Ahorrar el agua y la energía eléctrica, no nos queda de otra
Por Isaac Ocampo García
Toluca Méx., julio 16 de 2024.
Pareciera ser que con nada estamos contentos o que nada nos parece.
Si hace calor, queremos frío, y si hace frío lo que diéramos por estar en la
playa.
Total, que a lo que el cambio climático nos somete es a tener que soportar
una cosa u otra. A que, si hace calor, usar ropa ligera, pero cubrirnos de los
rayos solares porque son muy peligrosos y nos joden no sólo la piel.
Aunque ya llegamos a otro tipo de problemas, podríamos decir que…
verdaderamente mayores.
A tener que importar los alimentos que el campo mexicano no puede
producir por las sequías con que la naturaleza nos está tratando.
Hay que importar azúcar, cacao en grano, manzanas y arroz; recomiendan
los que verdaderamente saben. Importar éstos y otros productos no sólo
para consumo de los mexicanos, sino incluso para cumplir el compromiso
de exportación que el país tiene con otras partes del mundo.
(¿No? Pues así está la cosa…)
Pero, además México, tiene que enfrentar entre otros problemas el de la
energía eléctrica. Las altas temperaturas sobre todo en las regiones del
norte y el sureste mexicano, provocarán apagones no solo en los hogares
mexicanos, también en las industrias. Y con esto otro problema más, el de
la infraestructura eléctrica. La necesidad de crear infraestructura para las
industrias, tanto nacionales como extranjeras que se van a instalar, así
como para atender la infraestructura que ya lleva años de servicio.
Cierto, los huracanes como que nos han echado la mano con lo de la falta
de agua. Algunos lagos y lagunas han sido dotados (por la naturaleza, claro)
de buenos porcentajes del vital líquido; pero, eso, cuánto nos habrá de
durar, y luego como somos de desperdiciados…
En fin, que los artículos de primera necesidad venidos del campo, están casi
impagables. Como ya se dijo, los salarios no corresponden al alza de los
precios. Sólo queda preguntar: ¿Qué hacemos?
Por otro lado, como si lo anterior no fuera de lo más importante en la vida,
sobre todo de los más desprotegidos.
“El gobierno de México –nos informan los medios a nivel nacional− ha
gastado más de 9.5 millones de pesos en buscar al olvidado general
revolucionario Catarino Garza y, aunque AMLO afirma que ya fueron
hallados sus restos, aún no hay pruebas científicas”. (Animal político)
¿Cómo es posible –nos tenemos que preguntar− que el señor presidente se
preocupe más por una persona que “desapareció” hace más de cien años,
haya gastado ya tanto dinero en ello, y por otro lado no haga hasta lo
imposible por dar en qué fue lo que realmente pasó con los 43 estudiantes
de Ayotzinapa; y en dónde están sus restos? Nada más, no entiendo.
Finalmente, habría que grabarnos en nuestras mentes: primero. Que lo más
probable es que nos siga lloviendo de aquí hasta fin de año y quizá un poco
más; lloviendo a veces fuerte, a veces menos duro, pero que tenemos que
ver cómo es que aprovechamos, y cómo es que ahorramos el tan vital
líquido. Y ahorrar también la energía eléctrica: usarla cuando sea necesario
nada más.
Rezando no la vamos a hacer…