“Al Poder Judicial les vale madres, ellos están comiendo en su casa, están con sus hijos”
Guillermo Romero Zarazúa
** Nos vinieron a decir los diputados que no arriesguemos nuestra vida. Pero, qué más podemos hacer, cuando no nos hacen caso.
En la carpa instalada en la Plaza de los Mártires en la ciudad de Toluca, donde 15 familiares de presuntos inocentes en huelga de hambre, esperan que autoridades del Poder Judicial revisen caso por caso y dictaminen la libertad de sus familiares. El lado izquierdo de la entrada luce una gran cantidad de botellines de plástico vacios y amarrados cómo si fueran globos, allí una cartulina marca 18 días de huelga de hambre. Adentro dos mujeres preparan agua con miel y le adicionan vitamina C, el preparado lo vierten en vasos y lo reparten entre los huelguistas.
A 18 días de huelga de hambre Lisbeth Arias Estrada hermana de Joel Arias Estrada nos adelanta: “Joel es injustamente preso, estamos aquí en la huelga de hambre por su libertad. Créame, si mi hermano fuera culpable yo no estuviera aquí dando la cara”.
“Llevo…no sé cuántos días llevo, creo son 18 de que inicié la huelga de hambre”.
Lisbeth luce agotada, respira agitada, arriba de su cabeza el recipiente de suero gotea, nos muestra sus brazos, luce unas pequeñas manchas rojas, comenta que son por que ha dejado de ingerir sólidos. “Este no era mi cuerpo, no era mi cara”.
Recostada Lisbeth platica con Semanario Punto, sus pequeños hijos juegan a su alrededor.
P-. Por qué no me platica qué pasó, ¿cómo fue la detención de su hermano?
R-. Bueno, mi hermano está acusado por homicidio. A nosotros, en todo el proceso nos cambiaron tres, no recuerdo bien si tres ministerios públicos, cuatro jueces. Entonces, está el arma homicida, pero, no tiene huellas de mi hermano. De hecho nosotros metimos peritajes, el de las huellas arroja que no son de mi hermano, existen huellas pero no son de mi hermano. Ahí, el ministerio público hizo firmar a un testigo de parte de ella, que lo engañó, le dijo que firmara, pero él nunca leyó lo que tenía que firmar. Y le dijo que ella lo iba a preparar, para que iba a estar en una audiencia. Entonces, no hay alguien que lo señale. Pero, todo eso les valió a los jueces. A nosotros todas las pruebas que metimos, les valió, y lo sentenciaron.
P-. ¿Qué pruebas tienen a su favor?
R-. Tenemos lo de las huellas dactilares. El médico legista dice que (a mi hermano) lo golpearon. De hecho, a mi hermano lo torturaron. Él cuando lo detienen, le dicen, que ya se dejara agarrar, le pedían una cierta cantidad los ministeriales, pero como no la tuvo, pues se dejó agarrar; le dijeron que ya se dejara agarrar, porque tenían fotos de nosotros; de todos, bueno de mi mamá, de mi cuñada.
P-. Bueno, ese asesinato dónde ocurrió y cómo: ¿no sabe?
R-. No recuerdo bien. Entonces, él se deja detener por eso, porque lo amenazan, tenían fotos, él las vio, de nosotros, su esposa de hecho estaba embarazada, y él por el miedo, pues se lo llevaron. A él lo golpearon, lo torturaron, le hicieron lo que quisieron y, pues aquí estamos, ¿no?, arriesgando nuestras vidas.
P-. ¿Cuántos años lleva preso y cuántos años lo sentenciaron?
R-. Él, lleva ya 6 años en la cárcel y lo sentenciaron a 54 años.
P-. Y, qué espera, por ejemplo, ¿si tuviera aquí a autoridades judiciales, al magistrado Ricardo Sodi?
R-. Pues, yo tengo mucho coraje, porque, tengo mucho coraje, porque ya llevamos aquí muchos días, véame cómo estoy, y, a ellos les vale madres (disculpe la palabra) ellos están comiendo en su casa, están con sus hijos, a ellos les vale madres nuestros casos, nos piden pausa, nos piden tiempo; y por qué a nosotros los pobres, los que no tenemos para pagar un ministerio (público) porque, no tenemos para pagar a un juez, por qué, por qué no nos dan tiempo, por qué no nos dan tiempo, en un juicio no se da tiempo, si se va un ministerio público inmediatamente mandan a otro, y si se va un juez, inmediatamente mandan a otro. Y, no se me hace justo que ellos nos pidan tiempo, ¿no? tiempo… Bueno, seguimos aquí, sin respuesta alguna.
P-. ¿Ya platicaron con el magistrado Ricardo Sodi?
R-. No. No ha venido
P-. ¿Pero ya platicaron con él, él sabe del caso de su hermano?
R-. Sí, de hecho sí, están los veinticinco pronunciamientos y mi hermano está ahí. Él dice que va a revisar caso por caso. Nos vinieron a decir los diputados… Max Correa, que no arriesguemos nuestra vida. Pero, qué más podemos hacer, cuando no nos hacen caso, cuando piensan… créame que si mi hermano fuera culpable yo no estuviera aquí dando la cara, ni dando mi nombre completo, dejando a mis hijos; yo lo hago porque él es inocente, y todos los compañeros que estamos aquí estamos luchando por eso, por la inocencia, que se compruebe; que se valgan nuestras pruebas, ¿no? Yo creo que ellos se dicen ser personas estudiadas, jueces, ministerios, pues que tengan la dicha de estudiar, que tomen nuestras pruebas. Si uno que no tiene estudio, se da cuenta de las barbaridades que hacen. Entonces, pues yo sí estoy muy enojada, ya estoy desesperada, tengo hambre, tengo sed, tengo mucho dolor de cuerpo, en todo, yo ya estoy desesperada, y como he dicho, si quiere, que venga, o qué quiere que haga, que más quiere que haga; pues ya llevamos muchos días aquí, si usted se da cuenta todos los compañeros ya estamos desgastados. Yo no he… este no era mi cuerpo, no era mi cara ésta.
P-. Bueno, platíqueme de su estado de salud.
R-. Bueno, pues, a mí me canalizan, tengo una deshidratación, y tengo infección en los riñones, ya me duelen muchísimo los riñones. Nos platica el doctor, que es porque no tenemos alimento, nada más pura agua, entonces nuestros riñones están trabajando de más, por eso.s
P-. ¿Hasta dónde va a llegar por la libertad de su hermano?
R-. Si Dios quiere, hasta que vengan y nos den una respuesta, pero que dé la cara Sodi. No importa, aunque me tengan que canalizar de las dos manos, que tenga que estar así, eso no nos importa porque nos han matado en vida, nos han robado nuestros derechos, a familiares y presos. Mírenos aquí estamos más muertos que vivos, nuestras familias están incompletas. Eso es por algo que no hizo y hay pruebas ese es el coraje que da, nos toman de locos, nos piden tiempo, ¿qué más tiempo? Por defender nuestros derechos, ¿quieren que muramos aquí?