¿Cómo cierra el año en materia de popularidad el Poder Ejecutivo?
Estructuras
Adriana Rivera
El gobierno estatal, encabezado por Alfredo del Mazo, cierra el año con baja aprobación ciudadana. Son muchos los ejercicios de opinión pública que se realizan, tanto por empresas privadas, como por encargo del mismo gobierno, ya sea federal o de otros estados. En materia de comunicación política, la regla es que sólo se dan a conocer las mediciones de popularidad, cuando el funcionario medido obtiene calificaciones positivas. En caso contrario, se mantienen ocultos y sirven únicamente para el comentario intramuros, oculto y a veces también para el escarnio entre las cúpulas de las estructuras políticas. El más reciente que se dio a conocer, es un realizado por Varela y Asociados, en el cual el gobernador mexiquense toca los últimos lugares en opinión pública, de entre todos los gobernadores del país. Según este conteo, alrededor de 2 de cada diez habitantes del Estado de México, tienen una opinión buena, mientras que 8 de cada diez, tienen mala opinión del gobernador estatal y comparte los últimos sitios, con Cuauhtémoc Blanco, gobernador de Morelos y Jaime Rodríguez, apodado “El Bronco”, en Monterrey. En este factor, quienes se dedican a la conversión de la opinión ciudadana en datos numéricos, aseguran que cuando estos ejercicios arrojan resultados negativos, es muy difícil revertirlos, ya que la percepción poblacional se vuelve homogénea. Son muchos factores los que producen este fenómeno, los que construyen la mala o buena opinión pública de un personaje político, pero de todos esos factores, no hay alguno que sea preponderante por encima de los demás, sino que se trata de un proceso de construcción colectiva en el que la clase social, el prestigio social, el partido al que pertenece el actor político, etcétera, se mueven dentro de la dinámica social que desemboca en la buena o mala opinión ciudadana. Además, también influye el desempeño gubernamental, aunque no de manera decisiva. Al gobierno que encabeza Alfredo del Mazo, los factores principales que incidieron en los resultados negativos, son la inseguridad rampante que sigue aumentando en el Estado de México y la relación de afinidad política y parentesco que sostiene con Enrique Peña Nieto, expresidente que se convirtió en el enemigo público número uno y que también produjo no solo que a del Mazo le esté yendo mal, sino que a todo el grupo Atlacomulco, aquél ente que antaño acumulaba poder al interior del partido en el que militan y que ahora está desarticulado y algunos de sus miembros más notables, están siendo investigados y señalados por la corrupción gubernamental, como el caso de Gerardo Ruiz Esparza, quien ha aparecido constantemente en titulares noticiosos, ya que la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, investiga movimientos, operaciones y actividades, mientras estuvo al frente del sector Comunicaciones y Transportes. Políticamente hablando, la mala aprobación del actual régimen resulta muy beneficiosa para la Cuarta Transformación, que ya estudia, cabildean, realizan reuniones y acercamientos entre las cúpulas mexiquenses, para asentar buenos candidatos a alcaldes, diputados locales y federales y para el próximo gobernador, seguros de que obtendrán carro completo. Pero no únicamente dentro de ese partido, sino que en el PAN, es palpable el impulso que está recibiendo el actual alcalde de Huixquilucan, Enrique Vargas, para sobresalir y lograr la candidatura a gobernador. A río revuelto, ganancia de pescadores. La mala fama pública de Alfredo del Mazo obliga a augurar que el actual, será el último sexenio de los priístas, en el Estado de México. le toca el turno al grupo Texcoco y Morena. Si no pasa algo extraordinario, muy pronto lo veremos.
Pregunta Estructural
¿La condición que puso el presidente gringo Donald Trump, para ratificar el tratado comercial T-Mec, fue que la 4T dejara de darle abrigo Evo Morales? Recibo comentarios e.adriana37@yahoo.com