COMO UN BOTIN: EL ESTADO; LOS MEXIQUENSES, COMO PRETEXTO
Juan Miguel Benítez Meléndez
1. El más fiel reflejo de la porquería, en la que se baña diariamente, — salpicando a la ciudadanía con su cochambre partidista, — la Realeza Política Estatal Mexiquense, (RPEM), por sus siglas en criollo; lo estamos viviendo en las más groseras, — colusiones? — coaliciones partidistas, aberrantes, sucias y mercenarias conductas entre los militantes de los “partidos”, — – mantenidos por los causantes, — que tienen casi un año en la búsqueda, casi personal, por los cargos, seguramente mandados por sus “jefes políticos”, en las próximas administraciones municipales en los 125 Ayuntamientos y 45 legisladores, para la LX Legislatura Local, lo vemos en las campañas de los aspirantes, postulados por los “partidos políticos”… Para los “gerentes partidistas”, — primer círculo de la RPEM, — el Estado de México es un botín, los habitantes, el pretexto y sus partidos la mina… El punto es: no es una sola persona al mando del REM, es todo un “colectivo” en el que forman parte, los funcionarios federales, en turno; los exgobernadores, los “iconos” de los “partidos” en la entidad; dirigentes sindicales, advitam; la cúpula de la “clase empresarial”, que se “instituyó”, hace muchos años a raíz del asesinato de Alfredo Zárate Albarrán con el arribo de Isidro Fabela Alfaro; así se integraron los clanes, que ahora se disputan al Estado de México, para lucrar y a los mexiquenses de la “modernidad” poco le importan a mercenarios de la política hecha negocio… El bochornoso asunto de los 500 pesos en el CEN del PRI, — curiosamente a la militancia tricolor del Estado de México, — con el posterior asalto a los ocupantes de la unidad que los llevó a Nezahualcoyotl, es ejemplar… En éste marco geopolítico-social-electoral, se debate la ciudadanía mexiquense y seguramente ahora sí va a pensar dos veces en vender el voto, por aquello de los asaltos, — por los mismos promotores de la compra; — lo más notable es la difusión que da el candidato, — de cualquier partido, — a las “huestes” de otro partido que se suman a su candidatura, sin precisar sí van a votar por él o nada más es para “salir” en la foto y convertirse en informantes a su “alma mater” partidista, en ésta “especialidad”. El mejor ejemplo es Vargas del Villar, en la tierra del doctor Ruiz Castañeda, andamos “averiguando”, cuánto le costó el chistecito, que a él no le preocupa, pero seguramente a Enrique Vargas Rodríguez, sí… Es de pena ajena, dijeran los clásicos, lo que las militancias, obligadas o no hacen con su reputación, partidista, no hay nada más cómico que ver a unos militantes del PRD, con camisetas del PAN, o al revés; es de risa loca, — otra vez, los clásicos, — como un fanático del PRI, se “pronuncia”, por el M.C. así pudiéramos seguir, para la fracción jocosa de ésta aportación periodística; pero, — otra vez, los clásicos, — lo que se ve, no se juzga…