Costo del suelo para vivienda genera suburbanización que dificulta la movilidad
- El costo del metro cuadrado de la vivienda provoca que se desarrollen periferias que entorpecen más el traslado de las personas, aunado a que la estructura urbana está diseñada para el uso del automóvil.
Toluca, Méx. – 11 de enero de 2020. El costo del suelo para vivienda en América Latina genera una suburbanización que dificulta la movilidad de las personas y su calidad de vida, sostuvo la especialista en diseño urbano Ilse Ibeth Díaz Ramírez, en la Universidad Autónoma del Estado de México.
En la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEM, donde dictó la conferencia “Ciudad, movilidad y género”, Díaz Ramírez indicó que en naciones latinoamericanas como México la concentración de las actividades laborales, industriales, comerciales y educativas en las urbes provoca una movilidad que afecta la calidad de vida de las personas, ya que los traslados pueden implicar horas de un punto a otro.
Aseguró que el costo del metro cuadrado de la vivienda provoca que se desarrollen periferias que entorpecen más el traslado de las personas, aunado a que la estructura urbana está diseñada para el uso del automóvil.
Destacó que la investigación socio territorial permite visibilizar las desigualdades que conlleva la planeación urbana, permitiendo el análisis de categorías como el género.
“Habitar en las periferias no obedece a una decisión individual y sí a la oferta de vivienda y a dónde alcanza para vivir, lo que implica conflictos para moverse y llegar a sus puestos de trabajo”.
Díaz Ramírez advirtió que la concentración de actividades hegemónicas en las ciudades obliga a hombres y mujeres a realizar viajes largos; por ejemplo, cruzar la zona metropolitana de Toluca implica atravesar dos o hasta tres municipios.
Manifestó que la planeación urbana que impera históricamente en Latinoamérica afecta más a las mujeres que a los hombres, por el tipo de actividades que desarrollan.
Las mujeres, detalló, realizan trayectos poligonales y se trasladan del hogar al trabajo, a la escuela de los hijos, al mercado, mientras que los hombres tienen traslados columpio y la mayoría se mueve del trabajo a la casa.
Ilse Ibeth Díaz Ramírez consideró que la movilidad analizada desde una perspectiva de género debe considerar a todas las personas que por alguna situación ven vulnerables sus trayectos en las ciudades, que son los adultos mayores, niñas y niños, mujeres o personas con alguna limitación o discapacidad.