Desaparecer; en un país inundado de desaparecidos
LA COLUMNA ROTA/ VERÓNICA VILLALVAZO (FRIDAGUERRERA)
“Estoy a favor de la verdad, la diga quien la diga. Estoy a favor de la justicia, a favor o en contra de quien sea.” (Malcolm X)
Wendy y Bruno, son dos jóvenes que iniciaron muy temprano su vida en pareja, el 16 de abril de 2016, nació su primera hija, Magdiel Yamileth, una pequeña que dicho por sus padres vino a unir sus vidas para bien, aunque no fue planeada desde el primer mes de gestación empezó a ser amada.
Pareciera que ya la sociedad se ha habituado a que todos los días desaparecen, mujeres, hombres, niñas y niños. Da la impresión de que los volantes de búsqueda y alertas ámbar, son parte de las opciones que tenemos para compartir en nuestras redes sociales, todo indica que sí, la mayoría ya se ha acostumbrado a ver rostros de personas con la leyenda de “desaparecida”. Y a veces lo compartimos otras tantas lo dejamos pasar, “hay mejores memes para compartir, que esas tragedias”.
Si realmente nos pusiéramos en los zapatos de cada una de esas familias, tal vez comprenderíamos un poco el infierno que genera la desaparición de alguien que amas. Entenderíamos que la noche y el día se convierten en uno solo, que el rostro, el corazón y la vida cambian, los segundos son eternos y la incertidumbre carcome a diario la esperanza. Los días pasan y la zozobra aumenta, los pensamientos llenos de macabras historias se repiten una y otra vez, generando con ello que nuevamente las lagrimas de desesperanza inunden la vista, y llega la agonía eterna, la pregunta llena de dolor. ¿Está viva? y de inmediato la respuesta, y sí lo está, ¿dónde está?. Esos son los recurrentes pensamientos de una madre, padre, abuela, abuelo, con una persona desaparecida.
Muchas veces la misma sociedad “justifica” las desapariciones de jovencitas, con la frase clásica “seguro anda con el novio”, y si por fortuna son localizadas vivas, de inmediato, preguntan ¿y dónde la encontraron?, cuando lo único importante debería de ser “que bien que la encontraron viva”. Pero no, estamos acostumbrados a esperar siempre una tragedia como hallarlas muertas y en algunos casos lamentarlo.
Sin embargo, la desaparición de Magdiel, en si misma es atípica. Magdiel tiene una hermana de dos años, la cual hasta el día de hoy sigue esperando a que regresé de comprar un helado. El nueve de septiembre Wendy, Bruno, Magdiel y su hermanita, quienes viven también con su tío un menor de edad, tuvieron un día como todos los que hasta ese momento vivían, por la noche se acostaron a dormir, su tío fue el que entró a dormir más tarde.
No notó nada fuera de lo normal, todos dormían por lo que cerró la puerta y se acostó a dormir. A las siete de la mañana sonó el despertador en aquella pequeña casa, conformada por dos pequeños cuartos, dónde día a día convivía con altibajos la joven pareja, sus hijas y su tío. Wendy, gritó y Magdiel, ¿dónde está?, todos despertaron con una situación que jamás imaginaron. Magdiel la pequeña de cinco años, no estaba en su cama, la puerta estaba entre abierta según recuerdan los padres de la niña.
Magdiel “desapareció” de su cama, entre las dos veinte de la madrugada y las siete de la mañana. La Fiscalía regional es la que lleva la investigación de la cual no podemos ahondar porque se encuentra en proceso.
Los padres de la pequeña y su tío fueron los primeros en ser cuestionados por la autoridad. Los abuelos de la pequeña siguen buscando a la niña.
Alguien debe saber qué pasó con Magdiel, nadie se desvanece en la nada, nadie mucho menos una niña “desaparece” como si se tratase de un acto de magia. Hoy estamos enfocados en buscar a Magdiel, porque merece estar con su familia, porque nadie puede tomar a una pequeña en medio de la madrugada, en el lugar más seguro que debería de existir, su casa, junto a sus padres.
Cada uno de nosotros debería estar buscando a esta pequeña, o se quedará en el olvido como muchas otras que siguen a pesar de los años desaparecidas, y pareciera que solo a sus familias les importan. Porque en medio de los interminables casos ellas pasan desapercibidas hasta para las mismas autoridades.
Ayúdanos, comparte la Alerta, descargarla, pega en tu oficina, en el mercado, comparte con tus amigos, vecinos, alguien sabe algo y te aseguró que a pesar de los días podemos encontrarla sana y salva.
septiembre 2021
Eres madre, padre, hermana, hermano, hija, hijo. De una mujer víctima de feminicidio, desaparición, o intento de feminicidio búscame, ayúdame a visualizarlas y contar su historia. Voces de la Ausencia.
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