Dominio de la derecha en la UNAM

Por Miguel Ángel Ferrer / Rebelión

Como un microcosmos que es de la sociedad mexicana, desde sus orígenes, en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han coexistido con diferentes nombres las dos corrientes básicas del espectro político: derecha e izquierda, conservadores y liberales, revolucionarios y contrarrevolucionarios, nacionalistas y polkos, idealistas y materialistas.

Así más o menos estuvieron las cosas hasta 1982. Pero con la llegada del neoliberalismo a México y a la UNAM el relativo equilibrio en ésta se rompió en favor de la derecha, del conservadurismo.

Desde luego, la derechización comenzó en las cúpulas. Las rectorías de Jorge Carpizo, Francisco Barnés de Castro, José Sarukhán, José Narro Robles y Enrique Graue son la prueba palpable del dominio de la ideología y la práctica neoliberales en la UNAM.

Pero poco a poco y con el paso del tiempo el conservadurismo se fue extendiendo a una gran parte de la comunidad universitaria: maestros, trabajadores y estudiantes.

Un ejemplo notorio de este proceso de extensión del derechismo se encuentra en la Facultad de Economía. Hasta antes de la llegada de los neoliberales, en ésta predominaba aquel equilibrio, pero con una muy fuerte presencia e influencia de la izquierda: marxistas, comunistas, lombardistas y keynesianos.

Hoy todo eso es cosa del pasado. Lo mismo en aquella facultad que en el resto de la UNAM. El actual rector y jefe de la mafia universitaria, Leonardo Lomelí Vanegas, es un conservador de cuerpo entero, un decidido defensor de los privilegios de la cúpula, en tanto que mantiene una permanente política de hostigamiento de los trabajadores, la que se expresa fundamentalmente en el castigo a los salarios.

Para la cúpula, altos salarios, premios, becas, vehículos, viajes, restaurantes de lujo y jugosos gastos de representación. 

Por lo pronto, y aparentemente, no se ve fácil que cambie esta situación. Son escasos y esporádicos los movimientos insurgentes. Y hasta el momento no  han llegado los vientos renovadores del obradorismo y de la Cuarta Transformación.

Ahora, con la inminente llegada de Claudia Sheinbaum a la Presidencia de la República renacen las esperanzas de un cambio progresista en la UNAM. De un amplio y profundo barrido de la corrupción de la cúpula universitaria y de un renacimiento de las ideas de izquierda, hoy latentes pero opacadas por la ideología neoliberal. 

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**Fotografía tomada de la Red