El COVID 19 y la inacción de Del Mazo Maza
Rocío Fuentes García
*Del Mazo Maza a diferencia de sus homólogos de Jalisco, Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila y Michoacan, quienes están amenazando con salirse del pacto fiscal federal, ha mantenido un perfil político sumamente bajo.
* La pésima gestión del entonces gobernador Eruviel Ávila Villegas llevó a un punto de quiebra del ISSEMYN, a tal grado que miles de trabajadores y trabajadoras que se han jubilado, no han podido cobrar sus pensiones.
El gobernador del Estado de México Alfredo del Mazo Maza ya venía siendo evaluado como uno de los mandatarios estatales con menor apoyo ciudadano, antes de que la pandemia del COVID 19 hiciera su aparición explosiva en la entidad más poblada del país. Desde 2018, la ciudad de Toluca vivió varias marchas protagonizadas por el personal de salud de diversos hospitales a cargo del Instituto de Salud del Estado de México, cuyos reclamos legítimos no fueron atendidos por el gobierno. La falta de insumos y equipos médicos no fue atendida por las autoridades de salud, encabezadas por el Médico Oftanmólogo Gabriel O’Sea Cuevas, sobre quien también recaen sospechas sobre manejos poco transparentes por su paso en el sector salud federal, en tiempos de Enrique Peña Nieto.
Del Mazo Maza a diferencia de sus homólogos de Jalisco, Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila y Michoacan, quienes están amenazando con salirse del pacto fiscal federal, ha mantenido un perfil político sumamente bajo, por no decir, ausente en la crisis del COVID 19. Del Mazo Maza se ausentó del escenario mediático durante las primeras semanas en las que se decretaron las medidas del Consejo General de Salubridad, seguramente, porque no encontraba la línea presidencial, que en su momento recibía de su primo, el entonces presidente Enrique Peña Nieto. Pero el tema de la falta de insumos en hospitales a cargo del gobierno del Estado de México fue un asunto que desbordó a todas las luces a Del Mazo. Los hospitales localizados en el Valle de Toluca (el López Mateos) y en Ecatepec (Las Américas), por ejemplo, han padecido la falta de insumos de manera inaudita. Las protestas de enfermeras y médicos que se expresaron en las primeras semanas del inicio de la pandemia, junto con la incapacidad administrativa para dar la debida atención a los enfermos de COVID 19 y sus familiares, quedará retratada para la posteridad como incompetencia probada.
El gobierno de Del Mazo no ha logrado construir un programa de gobierno de cara a los ciudadanos, en el que se perciba una reducción de la criminalidad, el feminicidio, el infanticidio. Las políticas públicas para enfrentar estos grandes males, se han quedado en buenas intenciones. No se ve la acción del SIPINNA del Estado de México o del Instituto Estatal de las Mujeres en la implementación de programas en favor de la niñez mexiquense. Una vez que concluya la fase más critica de la pandemia del COVID 19 en el Estado de México, habrá que revisar y analizarlos datos sobre defunciones de mujeres, niños y niñas en la entidad. El Estado de México está muy lejos de cumplir con los objetivos del Milenio plasmados en el Plan Estatal de Desarrollo 2017-2023. Del Mazo no toma decisiones ni genera resultados para el bienestar de las familias a las que dice gobernar.
El Estado de México es la entidad con mayor número de contagios, casos activos y defunciones de la pandemia del COVID 19. Lo único que ha hecho Del Mazo para enfrentar la pandemia es sumarse a la firma de convenios que ha gestionado el gobierno federal con la Fundación Teletón, para que los centros CRIT puedan apoyar con camas para el agobiado sistema hospitalario mexiquense. De aquí en adelante, el presupuesto estatal deberá incrementarse de manera significativa hacia el sector salud y ahí es donde los partidos como MORENA y el PT, por fin logran acertar, ante el desprestigio que ha sufrido toda la clase gobernante por la crisis del COVID 19. Aún así quedan pendientes el deslinde de responsabilidades por el deterioro financiero del Instituto de Seguridad Social del Estado de México (ISSEMYN), por lo que el trabajo del Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM) será decisorio para que los daños al patrimonio de esa institución de salud queden resarcidos. La pésima gestión del entonces gobernador Eruviel Ávila Villegas llevó a un punto de quiebra del ISSEMYN, a tal grado que miles de trabajadores y trabajadoras que se han jubilado, no han podido cobrar sus pensiones. Algunos de los colaboradores más cercanos a Eruviel Ávila Villegas han encontrado protección en el Poder Legislativo del Estado de México, como el excontralor del ISSEMYN, Miguel Pérez Lugo, quien es flamante delegado de la Contraloría del Poder Legislativo en la Delegación Regional Valle de México, así como otros personajes priistas que todavía laboran en esa instancia pública.
El COVID 19 desnudó la falta de compromiso social del Grupo Atlacomulco. Falta ver si la mayoría de MORENA representada en el Congreso del Estado de México por fin cumple sus compromisos de campaña en enfrentar a fondo la corrupción y asignar mayores recursos al sector salud para que no se vuelva a presentar un panorama desolador como el que están padeciendo los habitantes del Estado de México.