El Planetario y Parque de la Ciencia Fundadores

¿Ciencia para todos?

Por: Alejandra M. GaySan.

**Lo que sí aplaudo es la pasión con la que el encargado del planetario, nos explicó y llevó a explorar el sistema solar y los cometas, la esperanza e ilusión volvieron a mí al reconocer ese amor por compartir el conocimiento.

Después de varios meses de espera, por fin, El Planetario, ubicado en lo que era anteriormente la Plaza España, ha abierto sus puertas para ofrecer funciones gratuitas hasta el mes de diciembre.

Y aunque sin duda la novedad nos ilumina a todos el rostro de esperanza, hay que ser cautos con los festejos de los nuevos espacios en el centro histórico de Toluca.

Es cierto que será una excelente manera para promover la ciencia en la ciudad, ya que motivará la curiosidad y tal vez, con suerte, preguntas que llevarán a los visitantes, a la búsqueda incansable por el conocimiento; y que además, ayudará a fortalecer las comunidades culturales y de divulgación científica como son: La asociación astronómica del Valle de Toluca o la Red de divulgadores de la ciencia de la Uaemex; Más no podemos dejar a un lado algunos aspectos relevantes que ponen en duda lo maravilloso de estos nuevos espacios en la capital mexiquense.

A partir del 15 de octubre comenzaron las funciones gratuitas de contenidos que el espectador no podrá elegir, más podrá asistir en el horario que más le convenga, con funciones seguidas cada dos horas iniciando la primera a las 10 de la mañana, hasta las 6 de la tarde la última, de martes a domingo.

La bienvenida al lugar no es en absoluto cálida, pues se encuentran colocados filas de granaderos y vallas resguardando el espacio, de los posibles choques que pudieran darse con los comerciantes ambulantes, que hasta el año pasado, todavía utilizaban el espacio para realizar, como cada año, la venta de sus productos; familias productoras provenientes de las   delegaciones más abandonadas y marginadas de Toluca, principalmente de San Pablo Autopan, San Cristóbal Huichochitlán y San Andrés Cuexcontitlán, territorios de pueblos originarios, principalmente Otomíes; que ahora son echados definitivamente del centro, pues la plancha que ellos ocupaban durante años ha desaparecido. Sin ningún tipo de negociaciones y teniendo como único diálogo el “macanazo”, el gobernador del Estado de México y Juan Rodolfo Sánchez alcalde de Toluca, ha dejado sin sustento a familias enteras, que más de una vez han pedido soluciones, al municipio de Toluca y al Estado, que beneficien a todos.

Así pues, el Planetario el día de su presentación, se encontraba cercado por miembros de seguridad del Edomex que no inspiran en absoluto confianza o deseos de acercarse al entorno. Además de la respuesta y actuar de un Estado de poder que se impone sobre los ciudadanos, y eso nunca puede ser bueno.

Si logras pasar la barrera intimidante de granaderos, podrás llegar a la taquilla que exhibe carteles de funciones que aún no están disponibles, afortunadamente para evitar confusiones, el personal encargado te informará sobre los horarios y días de función, hasta el mes de diciembre de 2021, después de esa fecha nadie sabe con certeza qué pasará con el Planetario, pues ninguna persona supo contestar sobre los costos que tendrá posteriormente o las funciones y actividades planeadas. Lo importante es el ahora, creando el hábito de una memoria a corto plazo, una visión reducida. Información poco clara y oculta, algo que tampoco da buena espina, y que  abre espacio a la pregunta ¿Para quién será realmente el Planetario? Esperemos se mantenga de acuerdo a la realidad económica de la mayoría de la población…

La pantalla 360 sin duda es una experiencia que se disfruta al máximo, lastima que los contenidos que exponen son del 2005, lo que me hace pensar en un rezago de información evidente, ¿o acaso será por tratarse de la versión gratuita que los contenidos son así de antiguos?

Tal vez no alcanzó para invertir en contenidos más actuales y con mejor desarrollo de la tecnología de video 360°, como sea, es una experiencia positiva, poder disfrutar así de la ciencia es maravilloso. Sin duda, si nunca han ido a un planetario anteriormente, no pueden dejar pasar la ocasión para explorar los misterios del Universo de una manera impactante e interactiva. Lo malo es que tendrán que ver en 360°, por aproximadamente 10 minutos, el comercial del gobierno del Estado de México, que está muy bien realizado, pese al mal sabor de boca que deja.

Lo que sí aplaudo es la pasión con la que el encargado del planetario, nos explicó y llevó a explorar el sistema solar y los cometas, la esperanza e ilusión volvieron a mí al reconocer ese amor por compartir el conocimiento, en la persona que se encontraba frente a mí señalando con su lámpara láser las características del sistema solar, de acuerdo a los últimos descubrimientos; su claridad y simpatía me recordó lo increíble de la ciencia, y me puso a reflexionar sobre la constante del ser humano, siempre en búsqueda de nuevos horizontes. Espero que todos los encargados de las explicaciones sean tan apasionados como él, y logren transmitir los conocimientos con tanta felicidad que contagie a todos los visitantes.

Enfrente del Planetario está un parque, construido y estrenado a la par, en donde antes encontrabas sentado a Ángel María Garibay, un hombre que no solo forma parte de la historia de la ciudad, sino de la historia de la lectura y cultura en México, un personaje digno de reconocimiento, pues gracias a él tenemos las primeras colecciones de Porrúa: “Sepan cuantos”, los grandes de la literatura, traducidos del francés, inglés, alemán, e italiano, personalmente por él. Conocedor de las lenguas indígenas de la región y jamás ajeno a la cultura presente en su territorio. Gracias a toda la herencia cultural y la importancia de su trabajo, la plaza, que ahora es Parque de la Ciencia Fundadores, llevaba su nombre; Ahora simplemente ha desaparecido, y no sólo cambiaron el nombre, sino todo lo que representa; Pero sabemos que ya es costumbre para el gobernador Alfredo del Mazo y su secretaria de Cultura Marcela Salas quitar a capricho los nombres de los espacios, que guardaban celosamente la memoria histórica cultural del Estado, como fue el caso del nombre del Museo de Arte Contemporáneo Carlos Olvera,que de un día para otro,fue retirado el nombre de Carlos Olvera,sin explicación o justificación válida, a pesar de tener a la comunidad cultural en contra. Un pueblo sin memoria, está simplemente condenado.

Ya no está Garibay, ni su nombre, ahora hay fuentes, piso elegante, y tiendas tipo boutique, con los productos culturales oficiales del Estado, una sala de exposiciones para un pequeño sector de la población, y mucho personal de mantenimiento tratando de sostener un espacio que no debería tener servicio de limpieza; el espacio que alguna vez fue público ahora se siente ajeno, no es privado porque está abierto, pero no puedes intervenirlo, y mucho menos apropiarte de él. Los niños, que en todas partes del mundo pueden jugar en los parques y las fuentes, acá son juzgados, y reprimidos por no conservar el parque como maqueta de exposición, tal vez hubiera sido mejor que se quedará en eso…

Toluca estrena sus nuevos espacios públicos, pero no se sienten nuestros, tal vez sea porque al imponer modelos ajenos, que únicamente buscan atraer el turismo, se olvidaron de los que habitamos aquí.