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En el OSFEM se apuesta por la intimidación y la violación de derechos laborales

Rocío Fuentes García

El ADN de la mal llamada Cuarta Transformación es no luchar contra la corrupción. El respeto a los derechos humanos no ha sido una bandera que MORENA haya adoptado como forma de legitimarse en el poder. Ha quedado demostrado que los escándalos de corrupción que ocurrieron en las pasadas administraciones priistas no serán investigados, a pesar de que eso fue uno de los argumentos del partido MORENA cuando propusieron la salida de Valente Baz Ferreira y reformaran la Ley de Fiscalización Superior del Estado de México, para que la diputada federal Miroslava Carrillo llegara a ocupar la titularidad del Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM). Poco ha hecho MORENA por solidarizarse con las causas sociales que más preocupan a la sociedad. El mutismo que han guardado los legisladores de MORENA y de otros partidos por la serie de amenazas a la integridad física de la periodista Teresa Montaño, hoy asilada en Barcelona, España, ya no es sorpresa. 

Qué podemos esperar los ciudadanos de a pie, cuando se observa que los integrantes de MORENA al estar al frente de las instituciones del Estado mexicano, dejan de respetar los derechos humanos de las personas, sobre todo el derecho humano a la buena administración pública, toda vez poco o nada sabemos de las acciones para sancionar los graves casos de corrupción que se cometieron durante la Administración del otrora gobernador priista Eruviel Ávila Villegas.

Y precisamente una de las instituciones que le ha quedado a deber a los mexiquenses en asuntos vinculados al combate a la corrupción, es el OSFEM. Esa institución tiene como obligación fiscalizar los recursos públicos de todos los mexiquenses, sin embargo, las cabezas de ese ente público, desde su llegada han creado un clima de hostigamiento laboral en contra de hombres y mujeres servidoras públicas, quienes en algunos casos, han sido obligados a renunciar o en su caso no son respetados derechos laborales, aun cuando existen recomendaciones de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, a efecto de que no sigan violentando a los servidores públicos en su dignidad como personas.

El clima laboral que se vive en el OSFEM se ha visto enrarecido por la incapacidad de sus titulares de sus áreas administrativas para dar resultados tangibles de sus responsabilidades. Desde la salida de las personas allegadas a Valente Baz Ferreira, fueron ocupando los principales espacios administrativos, personas que poco o nada sabían de actividades de fiscalización y rendición y esa improvisación la estamos pagando caro los ciudadanos del Estado de México. Si se hiciera una encuesta de clima laboral en el OSFEM, los resultados serían desalentadores.

Hoy en día, el hostigamiento laboral y la permanente violación de los derechos humanos de los servidores públicos es la divisa principal que rifa en el OSFEM. Los legisladores de MORENA y de todos los partidos políticos representados en la Legislatura local, deben cuestionar los pobres resultados del quehacer institucional del OSFEM, además de que no se respetan las recomendaciones de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, lo cual constituye en sí, una violación a las leyes, tratados y convenciones internacionales que México ha ratificado en cuanto a la protección de los derechos humanos. Todavía se puede enderezar el camino en esa institución pública, ya que en caso de persistir la hostilidad de sus titulares en contra de su personal, la sociedad mexiquense al fin del día es quien sale perdiendo. 

**Fotografía tomada de Facebook