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“En Huitizizilapan festejamos con el encendido del Fuego Nuevo, el Año Nuevo Otomí”: Miguel Mireles

** “Los 19 de marzo, las abuelas acostumbraban a limpiar el fogón, el fogón está compuesto de tres piedras, limpiaban todo y las piedritas las adornaban con flores que hay en la región”.

** “Los que suben a la ceremonia perciben la energía, por eso les gusta subir”.

** “El pueblo Otomí de Huitzizilapan, tiene sus tradiciones y cultura, estamos vivos, hay mucho por vivir y conocer aquí en Huitzizilapan”.

Huitzizilapan, Lerma Estado de México, marzo de 2024. El Encendido del Fuego Nuevo o Año Nuevo Otomí, en el poblado, de Huitzizilapan, Lerma, Estado de México, es una herencia ancestral, nos comenta Don Miguel Mireles jefe Otomí, organizador incansable y responsable de preservar las costumbres de los pueblos originarios de esa zona. “Cuando en el año 2000 subimos con los abuelos, ellos aseguran que ya tenían aproximadamente 30 años que se había abandonado ese ritual, pero ahí se hacía en ‘Donikha’o Loma del Aire, Huitzizilapan, ellos, eran abuelos de años 80 los que subieron”.

Don Miguel nos aclaró, “No es sol nuevo, lo que pasa es que el gobierno ha hecho sus eventos, y en esta época le llaman el quinto sol, pero nada que ver, para nosotros es Fuego Nuevo”.

Nos documenta además que, era los 19 de marzo en que; “las abuelas acostumbraban a limpiar el fogón; el fogón está compuesto de tres piedras, ese día temprano, limpiaban todo… todo, y las piedritas las adornaban con flores que hay en la región. Prendía la lumbre pero con leña nueva, porque a veces quedaban troncos quemados, quitaban eso, y buscaban mantener el encendido del fuego todo el día… Para eso buscaban hacer comidas que tardaban en cocerse. Entonces ellos cuando prendían el fogón hacían el rito, aquí tenemos unas zonas que eran arqueológicas o prehispánicas, lugares sagrados activos, y contaban los abuelos que todavía se trabajaban estas ceremonias allá arriba en la Loma del Aire”.

P.-¿Sabe por qué se abandonó?

“Por varias situaciones, una de ellas es la influencia cristiana, que prohibía realizar ceremonias y ritos, querían que nada más fueran a las misas, a ese culto, y lo demás se abandonara. Entonces, se abandonó, y cuando lo hicimos con ayuda de otras personas, dijeron que verdaderamente ese era el rito que se hacía, y pidieron; bueno en lo personal me pidieron, que no lo dejáramos, por eso lo continuáremos haciendo”.

P.-¿Para esto se reúnen grupos de la región o son principalmente familiares?

“No, es el pueblo, la comunidad en general. Bueno, pues no todos, que bueno que fueran todos pero, gente que le gusta o que le llama la atención la cultura ancestral”.

P.- Don Miguel, ¿algunas personas que participan en la ceremonia, entran en trance, y sienten la energía?

“Pues sí, los que han estado ahí; perciben la energía, por eso les gusta subir”.

P.-¿El “Donikha” o Loma del Aire es un cerro mágico?, ¿la ceremonia de encendido del Fuego Nuevo se tiene que hacer ahí?

“Pues, en lo personal sí diría que es mágico. ¿Por qué? Porque están las energías, las fuerzas de hace cientos de años. Aunque se dejó de hacer; hay ahí manifestaciones.

P.- Don Miguel, ¿la ceremonia del Encendido del Fuego Nuevo en Huitzizilapan va a trascender?

“En un momento nació con otros compañeros el rescatar esta ceremonia”.

P.-¿Entonces se va a preservar?

“La idea y objetivo es que se preserve, por eso estamos insistiendo, para que suban, lo vivan y también lo escriban, para que también quede en la memoria colectiva a través del escrito”.

P.- Los invitados estarían alrededor del circulo de energía que ahí se percibe naturalmente con respeto?

“Sí, pero, más allá de la energía lo que estamos haciendo es darlo a conocer para que se preserve este ritual de año nuevo otomí”.

P.-¿Año nuevo?

“Sí, de hecho lo que marca, este es el año nuevo otomí”.

P. Don Miguel le agradezco, no sé si quiera agregar algo más, para que la gente conozca más.

“Pues sí, el pueblo Otomí de Huitzizilapan, todavía tiene sus tradiciones y su cultura, ese aspecto de la cultura Otomí, de la variante Ñato, estamos vivos, estamos aquí, y hay mucho por vivir y conocer aquí en Huitzizilapan”.Terminó