En Toluca, “Los Beverly de Apinahuisco”
Por: Isaac Ocampo García
(“Cuidado con pisar a alguien cuando vayas subiendo, porque te lo puedes encontrar cuando vayas bajando”)
No hay uno que no diga que se lanza como candidato para en verdad servir al pueblo. La pregunta es: ¿habrá alguno que una vez llegando al cargo en verdad cumpla con lo que prometió?
−No, no soy estúpido−
¿Vocación de servicio o el dinero? Ha llegado a tal grado el abuso, que son ellos mismos los que se fijan su salario como servidores públicos.
−¡Oportunidades como éstas no se dan cada rato!−
Yo digo, por ejemplo, que un diputado debía de ganar como salario, lo que gana un obrero calificado.
Alguien me dice que un obrero calificado, por ejemplo, en una fábrica automotriz, gana más o menos 9, o 10 mil pesos mensuales; en cambio un diputado (me dicen) gana como 100 mil pesos mensuales, y hasta más.
−¿Quiénes son los estúpidos?−
Y, como ¿cuánto gana, por ejemplo, el presidente municipal de Ecatepec?
Para acabar pronto; en 5 municipios mexiquenses, sus respectivos alcaldes ganan de 155 a 140 mil pesos,
Estos municipios son: Ecatepec/ Naucalpan/ Toluca/ Tlalnepantla/ y Nezahualcóyotl. (Información de: Marcaje Legislativo)
−Por eso los procesos son electoreros, no electorales−
Con razón algunos hasta llegan a matarse entre sí, por hacerse de un cargo público. Y, todavía ¡¡¡lo que le “pellizcan” al presupuesto!!!
Le decía yo al Lic. Salgado, que la cuestión del dinero es la que echa a perder al funcionario público. Él dice que no, que no es el dinero. Porque quien llega a la función pública, con principios morales, con ética, y todo eso; enseñanzas que se traen desde el hogar, desde la escuela de educación básica; esa persona no se corrompe… Bueno, eso dice él.
Yo digo que aunque el individuo venga todo lo educado en ese sentido que dice el licenciado Salgado, con el dinero; con los montones de dinero ya enfrente de él, no le queda de otra que “dar su brazo a torcer”, y, zas; la vocación de servicio se va por el desagüe; y aflora la corrupción.
−¡Que el pueblo diga si o no!−
Si les dijera de todos los políticos que conozco desde que eran nada, y que por lo mismo casi “no tenían ni en qué caerse muertos”, pero, véanlos ahora…
Les contaré un caso, un solo caso como ejemplo.
Una pareja (esposos) de esos políticos de que les hablo, vivían en San Luis Apinahuisco (Toluca), eso, cuando apenas eran militantes incipientes de un equis partido político; pero, pues, le echaron ganas al asunto: es decir, fueron ascendiendo en el escalafón, político-electorero, llegaron a ser diputados (dos que tres veces), desde hace tiempo viven en una de esas mansiones por los terrenos de los Contadores Mena; allá por Cacalomacán. (Les pusieron de sobre nombre: “Los Beverly de Apinahuisco”; cómo ven)
Nos leemos en la que sigue, digo; si es que…