Establecer el más acá de la verdad

Isaac Ocampo García

Me dice el maestro un tanto molesto: “Hay por ahí compañeros que se dicen marxistas, pero: o no han leído a Marx, o de plano no lo han entendido.

-Son marxistas pero siguen diciendo por ejemplo de un difunto, que “descanse en paz”.

Cierto, de ninguna manera es fácil leerlo pero sobre todo entenderlo. Sin embargo, y como decía Lenin, que no hay que andarse alrededor de la frase, sino adentrarse; inmiscuirse en ella”.

Esto viene a cuento, porque precisamente en algunos compañeros que se hacen llamar marxistas e incluso leninistas, sucede por ejemplo, que parecen tener miedo o de menos algún pendiente para con Dios, pues no se atreven a no aceptar su existencia.

El mismo Marx diría alguna vez, no tener capacidad para aceptar la existencia de Dios, aunque tampoco la tenía para negarla.

Pero la cuestión no es de si quieres o no quieres, sino de aceptar o no aceptar. Claro, en base a nuestra conciencia; en base a nuestro conocimiento.

Es entonces, que vienen a nuestro encuentro algunos ejemplos, precisamente marxistas, al respecto.

Del libro de Enrique Dussel: “Las metáforas teológicas de Marx”, lo siguiente:

Marx, dice Dussel, escribió que “la crítica de la teología [se torna] en la crítica de la política”. Con completa coherencia se puede ampliar también que la crítica de la teología se torna en la crítica de la filosofía, de la economía o la historia.

“La tarea de la historia –dice Marx− consiste en establecer el más acá de la verdad, después que se ha desvanecido el más allá de la verdad. La misión de la filosofía puesta al servicio de la historia, después de desenmascarar la forma sagrada de la autoalienación del ser humano, consiste en desenmascarar la autoalienación bajo sus formas profanas.

La crítica del cielo se torna de ese modo en la crítica de la tierra, la crítica de la teología en la crítica de la política”.

<Miles de kilómetros adelante (digo yo), nos encontraríamos (tal vez) con> “El creyente crítico (aquí, Marx) (que) se opondría por ello mismo al capitalismo <desde argumentos racionales>. Una economía crítica muestra que es contradictorio el capitalismo al auténtico cristianismo de los primeros siglos”.

Los no marxistas, pero sí creyentes de Dios, saldrán, como siempre; con aquello de la fe. No conocen a Dios pero dicen creer en él. O lo que es lo mismo. Dicen amar a Cristo, pero agreden y hasta asesinan al prójimo… Amén.

Nos leemos en la próxima. Digo, si es que…