Estructuras sociales. La indiferencia
Estructuras
Por Adriana Rivera
La respuesta de la sociedad en general en México, al enorme problema de los feminicidios ha sido funesta.
La indignación social se produce, pero no desemboca en algo positivo para que este tema, agrupado dentro de la asignatura de la inseguridad, se resuelva.
Todo apunta a la indiferencia como síntoma social, materia de estudio multidisciplinaria, ya que engloba a la psicología, la sociología, la criminología, por decir algunas.
De acuerdo con el especialista rumano, Elie Wiesel, “la indiferencia es un estado extraño e innatural en el cual, las líneas entre la luz y la oscuridad, el anochecer y el amanecer, el crimen y el castigo, la crueldad y la compasión, el bien y el mal, se funden. ¿Cuáles son sus cursos y sus inescapables consecuencias? ¿Es una filosofía? ¿Es concebible una filosofía de la indiferencia? ¿Puede uno ver la indiferencia como virtud? ¿Es necesario, de vez en cuando, practicarla, simplemente para conservar nuestra sanidad, vivir normalmente, disfrutar una buena comida y un vaso de vino, mientras el mundo alrededor nuestro experimenta una terrible experiencia?”.
Todo esto viene a propósito del horrible asesinato de la niña Fátima. La violencia no sólo en México está sufriendo un proceso de normalización, de asimilación, de integración al imaginario de la humanidad y esto es producto de la híperconectividad que experimentamos hoy en día, con noticias, información, memes, comentarios, que penetran en la sociedad con una rapidez exacerbada, gracias a las facilidades de Internet.
Asuntos como el feminicidio de Fátima se convierten en algo similar a un meme, en el que la gente ya no se indigna y únicamente espera la última actualización de los datos que se manejan en los medios, en las redes sociales, para compartirlo y comentarlo.
Socialmente, no produce movimientos, no provoca reacciones en masa y por eso, los gobiernos únicamente se limitan a generar políticas de atención al problema, que fracasan debido a la indiferencia de la comunidad y también debido a la poca visión a futuro y al pasado con las que son formuladas.
En México, los políticos tienen una visión economista de la solución de los problemas. Creen que el dinero es la solución de todo. El mejor ejemplo es la violencia de género. han destinado grandes cantidades monetarias a esta política, la cual demostró su fracaso, porque los homicidios de mujeres, la violencia hacia el sector femenino, por el simple hecho de ser mujer, avanza y repunta. Lo más lamentable es que la sociedad y el gobierno se han convertido en dos universos paralelos que subsisten simultáneamente pero que ya no se involucran uno con el otro.
La sociedad se siente mejor mientras más alejada esté de todo lo relacionado con las estructuras de gobierno y el gobierno actúa de la misma forma, alejándose cada vez más de los verdaderos problemas que aquejan a una comunidad.
Únicamente se ocupan, cuando se trata de hacer proselitismo, pero una vez que ya están en los puestos de decisión, miran para otro lado, con una visión economista. No gastan, buscan ahorrar cada centavo y eso produce inconformidad en la sociedad y se convierte en un círculo vicioso que arrastra el funcionamiento de los Estados.
Podemos decir que hoy en día, los feminicidios tienen relación con la pobreza, el fracaso de las estructuras de procuración de justicia, el fracaso del modelo educativo. Cada aspecto que involucre la falta de atención y cuidado gubernamental, es responsable de la crisis.
El gobierno ha dejado de preocuparse y de cuidar a sus gobernados. Es la indiferencia superlativa de todos hacia todos, de la sociedad en general hacia la misma sociedad. “No me afecta que te afecte”, dirían con sarcasmo en las redes sociales.
Tenemos que salir de eso. Mientras sigamos con ese egoísmo, con esa individualización social, problemas como este, seguirán siendo noticias únicamente, que pasan sin provocar otra cosa más que repudio o indignación y no nos llevan a tomar acciones colectivas dirigidas a solucionar realmente lo malo.
Pregunta Estructural
¿Realmente el diputado Maurilio Hernández atropelló a un estudiante que se manifestaba contra el tarifazo? ¿Por qué al principio se dijo en la Legislatura que se iba a proponer alguna ley para regular tarifas y a la hora buena, ya no se dijo nada? ¿De qué lado están? ¿Los diputados toman camiones? Recibo comentarios e.adriana37@yahoo.com