“Fariña”: cuando no es lo que necesitas, sino lo que quieres

SILENCIOS ESTEREOFÓNICOS

Félix Morriña

“¡O que teño que facer/ 

Para non ter que ir aomar/

Sobra peixe que vender/

E fariña para amasar¡”

Iván Ferreiro

Cuando Doña Memoria, esa exigente extrema y dictatorial lectora, me lleva a la hoja en blanco, el reto más grande de todo escribano, trato de evitar a toda costa ser Ícarus, para no elevar tanto el vuelo y quemar sueños como alas al sol; como tampoco, se debe cavar tan profundo si lo tuyo es terrenal, y sólo sabes moverte sobre las superficie de las cosas. 

¡Vamos de nuevo al nivel en el que sé moverme bajo tierra!

Sumergido en el sinsentido de las cosas por largo tiempo, como el prolongado “sordo” zumbido que tienes en el sistema auditivo tras un estruendoso terremoto, como el de México 85, uno espera el momento para ir de nuevo tras la búsqueda del origen de la semilla: suya, mía, la de todos los involucrados e interesados en saber ¿quiénes son?, ¿de dónde venís? y hacia ¿dónde vas?, o ¿en qué vas a acabar? 

En ese momento, veo a Sito Miñanco (caracterizado por un actor chingón, convincente, ¡vamos!, te hace sentir galego como tal: Javier Rey, el hijo de La Noia), escuchar en palabras de Camila Reyes (la hermosa morocha sensual protagonista de la serie gallega “Fariña”, encarnada por la bella Jana Pérez): “No es lo que necesitas Sito Miñanco, es lo que quieres”, y sentí gran alivio en mi existencia. ¿Qué necesita alguien saber de su origen?, como también: ¿qué quiere saber? y ¿qué hará con ello? La mafia siempre hace las preguntas correctas.

Extrañaré Metepec aún después de muerto, porque cada letra dedicada al Pueblo Mágico, al ser leída, rememorará mi paso por sus calles, viejas calles adoquinadas y poco a poco asfaltadas de gris cemento. Me toca ver la transformación de casas de adobe en edificios, como aquellos históricos pilares hispano eclesiásticos sobre reinado prehispánico. ¿Cuál es la diferencia? ¡Transculturización suburbana con mucho menos violencia! La transculturización fue práctica, pandémica, virulenta y cibernética.

Deambulando por el centro del “Cerro de los Magueyes” en mi tradicional terapéutica caminata para contemplar la transformación de Pueblo Mágico a zona suburbana a mediano plazo (¡siempre quiero equivocarme!), una antigua alumna de tres décadas, otrora compañera de laburo televisivo, me pidió le recomendara algo histórico reciente, que pudiera asimilar rápido de la cultura gallega dentro de la España del siglo XX, además de bandas de punk galegas, que le ayudasen a entender mejor estos pandémicos días en los que necesitas un canto de desahogo social (falso o verdadero).

Miré a los ojos a la atractiva mujer a la que le vi hacer sus pininos en este periodístico mundo de la imagen, y le agregué: deseas además, algo de “verdadera rebeldía ibérica” (tan falsa como los tratados para eliminar la contaminación ambiental en el mundo, pero tan creíble para entonces nosotros jóvenes), como un estallido de coche bomba de finales de los años 80 y parte de los 90 del Siglo XX en España, con firma del País Vasco y sus Etarras; o los actos de la Liga Armada Gallega, la parte terrorista con miras al mar; o como las bandas de rock punk de esa parte de la península ibérica describían a cabalidad cómo España fue sumergida en un pandemónium de excesos de drogas duras con tantas, tantas pérdidas humanas por el crimen y sobredosis (“España se droga” de Siniestro Total)… ¡pero lo mejor!: fueron las propias familias gallegas, las madres, como siempre salvando a sus críos, quienes sumándose y haciendo activismo social de verdad, dieron el ejemplo en el mundo para entender, comprender y hacer conciencia del abuso de drogas duras en sus hijos, en específico para la época en Galicia: la “Fariña” (que en gallego es harina y en el bajo mundo es “cocaína”).

A la ex colega con tatuajes por doquier e hijos de por medio, como hombres a la espera y acecho, y a la que le llevo dos décadas de ventaja sobre la tierra, le dije: ¡Puta madre querida mía! tienes que ver la serie televisiva “Fariña” del 2018, creada por Ramón Campos, Gema R. Neira, Cristóbal Garrido y Diego Sotelo, entre otros, basada en el libro de Nacho Carretero del mismo nombre, dirigida la serie por Carlos Sedes y Jorge Torregosa, para saber todo lo que debes sobre mi raza de origen, misma a la que le debo mi reciente búsqueda, más allá del drama humano familiar cotidiano, con “Meu Pai”, que por más tortura sicológica que exista en el mundo, nunca dirá nada sobre mi sangre galega y nuestro pasado en el viejo continente. ¡Sus motivos tendrá!

Para cuando el mundo puso sus ojos en Galicia en los años 80 del Siglo XX, este #ServibaryAmigo #DandyperoPunk#ElCinicoMayor Félix Morriña leía en los periódicos los avances de la Operación Nécora, una operación policial judicial española convertida en la cacería de Estado contra el narcotráfico gallego, y un hombre atraía todos los reflectores y titulares sobre sus lentes e inteligencia: el juez Baltasar Garzón Real.

Sobre las bandas de punk rock gallegas que todo aquel que desee saber sobre Galicia en la época del auge de la “Fariña” y la lucha social, debe tener en su fonoteca digital (nosotros todavía tenemos los vinilos en algún lugar preciado del hogar) a Siniestro Total y Os Resentidos, dos bandas estandartes del punk galego. La banda sonora de “Fariña” es todo un manjar sonoro ibérico, pero sobre todo cuando uno escucha el tema que da título a la serie motivo de esta entrega, “Fariña” de Iván Ferreiro, uno entiende porque ese canto a la mar, esa nostalgia de marea y la pobreza salada. Cuando uno escucha las gaitas, el zapateado (“¡Tacón, tacón, punta tacón! ¡Arde Galicia co lume forestal!”), las muñeiras y canta a todo pulmón “Miña terra galega” de Siniestro Total, uno sabe que está cantando el himno gallego popular, no oficial, el que todo siente y lleva por el mundo.

Tuve oportunidad de ver en vivo a Siniestro Total en el Parque Naucalli frente a las Torres de Satélite, en el mexiquense municipio de Naucalpan, en la década de los años 90 y esa exquisita experiencia galega la contaré en otro momento, pero ahí fue cuando todo tuvo sentido para mí respecto a mi madre patria con la pieza “España se droga”. De Os Resentidos, las rolas “Galicia caníbal-Fai un sol de carallo” y “Galicia sitio distinto”, en la serie son fundamentales para entender por qué son así los galegos. ¡Escuchen las rolas por favor!

Vi alejar ese sugerente corpus tatuado con niño en la mano por las céntricas calles de la Tierra del Árbol de la Vida, La Garoñona y la Quimera. Recordé a un viejo maestro, al que me enseño que basta con un alumno que remueva memoria para volver a la historia que permita contar un poco lo vivido, ya sea cerca o lejos, lo importante es que eres parte de ese proceso histórico, de ese tiempo, de esa época y lo compartes con quienes realmente estén interesados. ¡Vale la pena coger de nueva cuenta la pluma! ¡Gracias Doña Memoria!, esa exigente extrema y dictatorial lectora que me lleva a la hoja en blanco, el reto más grande de todo escribano…

Recuerda: ¡Nos buscamos, nos vemos, nos escuchamos, nos entendemos!

Los actores de “Fariña” cuentan la dura historia que vivió Galicia en los años 80:

https://www.youtube.com/watch?v=6uPmLCYSGoE…

“Fariña”, trailer de la serie:

https://www.youtube.com/watch?v=MBPCVh6tHhs…

Banda sonora de la serie “Fariña”:

(1)

https://www.youtube.com/watch?v=T_5iSnsHhbc…

(2)

https://www.youtube.com/watch?v=tdrsxK89tFI…

(3)

https://www.youtube.com/watch?v=NIGPnzhxcc4…

(4)

https://www.youtube.com/watch?v=lPqsPKnhhPk…

(5)

https://www.youtube.com/watch?v=FqocsS2KCIg…

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