Hablando de Bolivia y Evo, ¿Cuánto cuesta usar el camión en Bolivia?
Gabriel Medina
Podríamos pensar ¿qué tiene que ver la presencia de Evo Morales en México con los asuntos que atañen a esta columna, donde hablamos de movilidad y espacio público? La realidad es que tiene mucho que ver, derivado de que hemos visto en redes sociales y en el ámbito político partidario, como muchas y muchos de nosotros estamos, están inconformes con el apoyo que el gobierno dio a Evo, pero no estamos inconformes con la situación que vivimos, por ejemplo, con nuestro día a día, relativo a nuestros sistemas de transporte público en México.
Es decir, existen reclamos porque se apoya a un expresidente, víctima de un golpe de Estado en su país, pero no se reclaman cosas tan simples como el asunto de que en México viajamos en un transporte público caro y deficiente a nivel mundial, a diferencia de los bolivianos, por ejemplo.
Hago esta comparación, porque nosotros, los mexicanos, vivimos en un país donde las privatizaciones han generado mayor desigualdad, y el caso del transporte público no es la excepción. La famosa etapa neoliberal en México trajo la privatización del transporte público y también trajo consigo un sistema de transporte concesionado e injusto, tanto para el usuario, como para el chofer y operador, a diferencia de países como Bolivia o Venezuela.
Lo alarmante no es si Evo está aquí o no, o qué percepción, como ajenos a ese país, tengamos. Lo preocupante es que aquí, vemos como normal el hecho de que usar el camión nos cuesta a los mexicanos más de un dólar al día. Y preocupa más que ocupamos más energía y desgaste de nuestros teclados, en discursos de odio y hasta racismo, en ves de ocuparnos en exigir con tanta osadía y argumentos, el hecho de tener en nuestro país un mejor sistema de transporte público.
Partidos que hoy más que nunca hacen de su conservadurismo su discurso, pero jamás, cuando fueron gobierno, priorizaron por ejemplo mejoras y mayores presupuestos para movernos de mejor forma, sino todo lo contrario, promovieron la privatización y el beneficio de quien posee el capital, en vez de beneficiar a quien usa el camión, por ejemplo, y que carece de lo elemental para vivir bien.
Ese discurso hipócrita y doblemoralino, de líderes partidarios, no beneficia al país y mucho menos beneficia a vivir en ciudades más justas, en las que todos tengamos las mismas oportunidades. Merecemos gobiernos y hasta oposiciones reales, conscientes de todos los problemas que tenemos, como el transporte público, más allá de si queremos que Evo venga o no…
Por cierto, antes de irme y para concluir; a diferencia de México, en Bolivia, el pueblo donde gobernó un “dictador” y representante indígena, por ejemplo; el transporte público cuenta con tarjetas inteligentes para el TP, servicios diurnos y nocturnos (hasta las 5:50 am), su precio cambia de acuerdo al horario, tienen tarifas especiales para adultos mayores y los niños menores a 6 años no pagan pasaje, los universitarios también tienen tarifa especial, y de igual forma los menores de 18 años, su sistema principal Puma Katari , es operado por la Alcaldía de La Paz y no por un privado, y sobre todo en Bolivia la tarifa a diferencia de México cuesta en promedio la mitad que aquí, 2.30 bolivianos, lo que es en México $6.50 pesos aproximadamente…
¿Qué diferencia no?
Nota: Enfoquemos nuestro enojo y energías en vivir en mejores ciudades, luchemos aquí por nuestro país y futuro libre, y aprendamos de quien ya lo hizo.
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