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La Castañeda rinde sentido homenaje a La Tlanchana de Metepec

SILENCIOS ESTEREOFÓNICOS

Félix Morriña/ Fotos: Guillermo Romero Zarazúa

“Tloque-Nahuaque/ Por la utopía…”:

Miguel Ángel “El Boti” González Mesillas

Bajo el imperante, gélido y belicoso cielo con mística luna llena decembrina, recorro los cuatro puntos cardinales del tiempo y espacio que nos tocó vivir la velada del sábado 18 de diciembre en el Teatro Quimera de Metepec, escenario del mexiquense “Pueblo Mágico”, donde la banda de rock multidisciplinaria La Castañeda tocó y rindió pleitesía a La Tlanchana, esa mítica mujer con cola de serpiente que habitaba en la zona lacustre del altiplano mexiquense, en tiempos memorables sin fecha exacta, que a la menor provocación, y a capricho propio, complicaba la vida social, interpersonal, económica y cultural de los habitantes del “Cerro de los Magueyes” y alrededores.

Primer Eje Cardinal:

Visito la abandonada, sin rehabilitar, casi destruida Tlanchana de la avenida Toluca-Tenango, frente a la zona comercial de la tierra del artesano, La Garañona y el Árbol de la Vida, para brindarle estas palabras y las canciones de La Castañeda del concierto ofrecido con toda la producción y calidad, que sólo ellos saben ofrecer a su fiel público del Valle de Toluca, pero sobre todo de Metepec.

La Tlanchana, que se ubica donde alguna vez fue un impecable corredor turístico cultural conceptual, hoy día está completamente abandonado. Ojalá con este ejercicio independiente de promoción y difusión cultural de artesanos de Metepec, músicos, actores, bailarines y empresarios, que fue el concierto de La Castañeda en Metepec de manera colectiva, la nueva administración municipal del empresario Fernando Flores Fernández, que entra el 1 de enero del 2022, se aplique y rescate este importante corredor artesanal, que es el acceso al municipio y muestra las valiosas obras de arte locales al turismo.

“Hubo un tiempo, de pipa y guante/ Hubo un tiempo, de caballeros/ Hubo un tiempo, de gente elegante/ En fin que hubo un tiempo, de sombreros./ Y ahora me encuentro/ Asustado, confundido/ Aproximadamente he morido/ He matado, ofendido./ Seriamente destruido/ Asustado, confundido/ Excitantemente maldecido, ¡oooohh!/ Cautivo de la calle/ Cautivo de la calle/ Cautivo de la calle/ Cautivo de la calle…”.

Segundo Eje Cardinal:

Desde que se anunciara el concierto de La Castañeda, fui a ver a la primera Tlanchana, que se ubica en el Parque Juárez, frente a la presidencia municipal, donde está la fuente y donde por casi 30 años se ha presentado lo mejor de la cultura internacional en el gratuito Festival Internacional de Arte y Cultura Quimera de Metepec. Esta Tlanchana está mejor cuidada, pero le hace falta mucho más difusión y promoción de lo que significa para la cultura local y estatal, que es parte de la identidad del municipio.

Se aplaudió que los integrantes de La Castañeda se interesaran por conocer precisamente toda la historia de La Tlanchana y este #ServibaryAmigo #DandyperoPunk #ElCinicoMayor Félix Morriña, sirvió de interlocutor entre ambas entidades creativas, tal y como pueden constatar en las imágenes del maestro Guillermo Romero Zarazúa.

“No, no quiero ser una sombra en el suelo/ Quiero verme reflejado transparente/ En los espacios y los cielos a la orilla de tus senos/ Colgado como cuadro en las paredes de tu vientre/ Vagando en tus rodillas./ ¡Ah ah ah!/ ¡Ah ah ah, ah ah ah!/ No, no quiero ser una sombra en el suelo…/ Creciendo por tus labios/ Llegar al cenit pasional/ Y estallar el Universo/ En sangre y energía/ Soy el cenit pasional./ Estallando en tus piernas/ Creciendo por tus labios/ Llegando al punto máximo de comunión, de comunión/ ¡Yeah, Yeah, Yeah!/ Estallando entre tus piernas/ ¡Ah, ah, ah!”.

Tercer Eje Cardinal:

Durante la velada del concierto de La Castañeda en el Teatro Quimera de Metepec, al cual por cierto, le hacen falta cubrir detalles técnicos para estar a la altura de cualquier del país en términos de administraciones municipales que ejercen la cultura, se hizo presente el público fiel seguidor de los discos del grupo que en la década de los años 90 llenaba todo espacio donde se presentaba, así hubiera otras grandes ofertas culturales y artísticas alrededor.

Muchos factores se vieron involucrados para que el Teatro Quimera de Metepec no estuviera a reventar, como los días previos al concierto, en donde hubo eventos políticos de relevancia y no cabía un alfiler. La sana distancia, el seguimiento de los protocolos sanitarios, las fechas donde hay muchos gastos, el precio de los boletos (350 pesos), para muchos caro; pero sobretodo, la mermada economía de los habitantes del altiplano mexiquense hizo que el teatro estuviera a la mitad. ¡Negocio no fue!

Más allá de eso, los que llenaron a la mitad el prácticamente nuevo recinto cultural, se hicieron notar y festejaron con el grupo como no se había visto que una banda de rock, antaño muy exitosa, lo hiciera por estos lares. La cercanía con el público hizo la diferencia, el calor de banda, la dedicatoria al respetable, a La Tlanchana, a la Luna, a todos los elementos, a la noche, al sexo, al erotismo, al juego de seducción, a la armonía corporal… todo eso, hizo que valiera la pena el esfuerzo gestado por todos los involucrados.

“Noches de tu piel/ Deliro a tu primer caricia/ Noches de tu piel/ Encima de un papel de china/ ¡A-ah-ah-ah!/ La luna va de pinta y ya/ Tu cuerpo se ilumina/ Sé que es, es una fantasía/ Tu piel, ¿de qué es?/ ¿Por qué me hipnotiza?/ Noches de tu piel…”.

Cuarto Eje Cardinal:

A nombre de todos los involucrados en el concierto, incluyéndome, nos representó con dignidad en el escenario, el maestro artesano, músico líder de la banda de punk rock Los Orines de Puerco, Miguel Ángel “El Boti” González Mesillas, quien subió a cantar el himno, grito de guerra de La Castañeda: “Tloque-Nahuaque”, que significa “Cerca-juntos, unidos como los dedos de la mano. Concepto filosófico prehispánico acerca de la colaboración y unidad de voluntades enfocadas en un objetivo común”, según palabras del cantante y compositor, el camarada Salvador Moreno, quien se hizo acompañar de los hermanos De León: Omar en el teclado y Osvaldo en la guitarra, ambos miembros originales del grupo.

“Cerca juntos/ Tloque-Nahuaque/ Por la utopía./ De creer en lo increíble/ Tloque-Nahuaque/ Que vuelva a ser/ Lo que ya no pudo ser/ ¡Unidos todos!/ Tloque-Nahuaque/ ¡Unidos todos!/ El mito que resuena/ Desde los viejos soles/ Esta en el inconsciente/ Y la raza lo siente/ Como la tierra clama/ Y desde adentro llama/ El fuego que se enciende/ Es creación unificada./ Tloque-Nahuaque: Por la utopía…”.

No queda más que agradecer a todos y a cada uno de los participantes que nos acompañaron desde el inicio de esta aventura. A todos los que nos apoyaron para lograr se concretara. La lista es muy larga y ustedes saben muy bien a quienes me refiero.

Sin más recuerde: ¡Nos buscamos, nos vemos, nos escuchamos, nos entendemos!

fmorrina@yahoo.com.mx

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