¡La memoria del cuerpo en tiempo muerto!
SILENCIOS ESTEREOFÓNICOS
“¡Dedicada a esa
voz interior multiplicada!”
(11:11 del 17/05/23)
Tengo la memoria del cuerpo en tiempo muerto. La columna se ha paralizado de nuevo, como hace cuatro años. Si a eso sumamos que la rodilla izquierda ha quedado inútil, todo pareciera un episodio decadente. Recibo malas noticias del televisor, como de algunos mensajes al dispositivo. No he escuchado nada positivo en estos grises tiempos de tormentas, aguaceros, inundaciones con cambios repentinos de clima. Un sol quemante con efecto invernadero tras las lluvias, sofoca a cualquiera.
Guardo la calma, recuerdo la paciencia del paciente de mi larga estancia hospitalaria, y logro sobreponerme al momento dramático del dolor con meditación, medicinas y esa voz interior multiplicada. El abundante sudor refleja el proceso a seguir, mientras mantengo presente esa voz interior multiplicada que me indica que no estoy solo, que una vez más libraré la batalla. Cuando todo se nos junta, no hay nada como ese valioso y único apoyo para sortear cualquier imprevisto.
La segunda noche llegó el vacío, nada es suficiente para saber qué sucede y por qué suceden estas circunstancias. Dreno las emociones como puedo, las sudo, les doy el flujo pertinente, mientras la fisioterapia logra su cometido: exprimirme por completo, al grado de no recordar muchas cosas hechas en los recientes días. Al amanecer, aturdido, trato de convencerme de que estoy bien y procedo a mis labores cotidianas, las cuales por cierto se vieron mermadas por el extremo cansancio físico y emocional, pero concretadas.
Alimenté mi ser con la savia sabia del pulcro manantial que sólo ofrece la vida a los que han recorrido largo y sinuoso camino, bregando para bien suyo y de los suyos. Mi agua de manantial es única y sólo existe una fuente, que me ha brindado calmar mi ser y darle mejor vida en amor y armonía. Alimenté mi ser de otro ser para para revitalizar los sentidos y las emociones para llegar a la definitiva tercera noche. La voz interior multiplicada se había convertido en sonora voz cantora de melodías tristes, con historias de vida aún más tristes, pero necesarias para sacar, limpiarse, para después llenarlas de otra voz que nos brinde la tan ansiada paz interior.
La tercera noche fue nodal para lograr este constructo sicológico, para sacar la memoria del cuerpo en tiempo muerto. Este impasse salubre lumbálgico, de meniscos, estrés y cansancio extremo, va resolviéndose poco a poco, para no verme en la necesidad de recurrir a la última instancia médica. La voz interior multiplicada, me reconforta, me impulsa a seguir. La voz interior multiplicada me hace el tercer día, me hace la mitad de la semana, me hace sentir vivo y que puedo concretar todo objetivo, frente al volcán Xinantécatl, nuestro Nevado de Toluca, el cual por cierto, luce con nieve y hermoso.
¡Gracias infinitas!
Su #ServibaryAmigo #DandyperoPunk #ElCinicoMayor les recuerda: ¡Nos buscamos, nos vemos, nos escuchamos, nos entendemos!
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