Libre comerciante acusado injustamente de abuso sexual
**Se trataba solamente de una carpeta fabricada, únicamente por haber sido miembro del Movimiento Popular Ernesto “Che” Guevara
Luego de demostrar su inociencia que lo acusaban de abuso sexual, Juan Carlos Miranda, quien es comerciante e integrante del Movimiento Popular “Che” Guevara, el pasado sábado salió del penal de Santiaguito, en Almoloya de Juárez, Estado de México, donde estuvo en prisión un año y siete meses.
En entrevista con el abogado Jorge Alberto Rangel Mendoza, señaló que fue un caso complicado, tomando en cuenta que le fue creada una carpeta fabricada y que eso fue generando que estuviera todo este tiempo preso, siendo que fue siempre inocente.
“Fue un caso complicado, no es fácil y sencillo luchar contra el aparato estatal en materia de procuración de justicia, nosotros desde un inicio estuvimos convencidos de la inociencia del señor Juan Carlos Miranda, esto se trataba solamente de una carpeta fabricada, únicamente por haber sido miembro de una organización de comerciantes denominada Movimiento Popular Ernesto “Che” Guevara, la cual fue propiciada por una lucha interna en aquel tiempo por líderes de ese tiempo de esta organización, sin embargo logramos convencer al tribunal de enjuiciamiento de la inociencia de los órganos de prueba” detalló el abogado.
“Esto también sirve como un nuevo reto, para esta nueva etapa que está asumiendo el actual Fiscal General de Justicia en el Estado de México, para que se pueda combatir y abatir esas viejas prácticas donde cualquier persona puede utilizar al Ministerio Público como mercenario y con señalamientos infundados pueden detener a una persona y someterlo a prisión preventiva oficiosa como fue este asunto”, detalló Rangel Mendoza.
Comentó que tuvo un año en esta defensa, aunado a que tenía cerca de un año y siete meses en prisión y ahora afortunadamente ya se encuentra libre.
Ahora Juan Carlos Miranda, ya se encuentra con su familia y con el firme propósito de regresar a retomar sus actividades y olvidar este trago amargo por la acusación de la fue objeto y que lo privo de su libertad por espacio de casi dos años.