Punto en la información

Los aranceles de Trump

Por Ernesto Acolmixtli / Rebelión

Comenzaré haciendo una afirmación que puede contradecir a muchos quienes afirman que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es un “loco desorientado” al agredir con sus acciones de gobierno a todo el mundo, sin razón alguna. A nosotros los obreros, nos conviene investigar y detenernos a entender mejor este problema, porque su trascendencia es muy grande y afectará irremediablemente a los trabajadores de muchos países, incluyendo a México. 

Convertir Canadá en un estado más de la Unión Americana, apoderarse de Groenlandia, volver a controlar el Canal de Panamá, perseguir a los cárteles en México o aplicar aranceles elevados a distintos países por vender sus productos en EE.UU., etc., son acciones que parecen disparates y chocan con la lógica, las convenciones y tratados internacionales que dictaron los propios Estados Unidos en el despliegue de la globalización: la conexión productiva, comercial y financiera que domina el mundo. 

La verdad es que todas estas acciones que ha iniciado el presidente Trump no son simples disparates, sino un intento serio y poderoso de detener la crisis económica, social y política que sufre el capitalismo en el propio suelo norteamericano, y de detener el aumento de poder y prestigio de otras fuerzas emergentes como China, Rusia e India, que están viviendo cambios importantes en favor de sus pueblos. 

El éxito imperialista norteamericano, en su etapa de mayor desarrollo, se coronó con mucha pobreza y desgracia en su propio territorio y en todo el mundo, pero hoy se agota su poderío pues todo cambia en la realidad, también el sistema económico mundial cambia, porque todo sistema nace como una fase nueva de la historia, alcanza su máximo desarrollo y luego envejece y muere, y de esa vieja forma en que agoniza, nacen nuevas formas de organización histórica, sin que nadie lo pueda detener. 

Así está pasando con el imperialismo yanqui, el capitalismo en su fase más desarrollada se agota y flaquea en una crisis terminal y, del otrora dominio imperialista que prosperó exitosamente, va cambiando hacia una distribución del dominio mundial multipolar, con naciones que emergen con un poderoso desarrollo, nuevas potencias con una filosofía del desarrollo social distinta y con una distribución de la riqueza más justa entre los pueblos, como China, Rusia e India, que ya alcanzan y superan al caduco régimen norteamericano en varios aspectos. 

Mientras se delinea mejor la nueva distribución del poder global en varios polos y alianzas de naciones, seguiremos presenciando los intentos de revitalizar el imperialismo de los dos grupos más poderosos dentro del imperialismo mundial hoy confrontados: por un lado, la poderosísima burguesía ultra nacionalista norteamericana que encabeza Donal Trump con su “Agenda 2025”, y por el otro, el bloque globalista del Foro de Davos, que encabezan los financieros: George Soros, Rothschild, BlackRock, etc. De modo que la aplicación de aranceles exorbitantes por el gobierno de Trump a 180 países es una acción, entre muchas, que pretende detener la crisis terminal del capitalismo norteamericano. 

Conviene descender un poco más y decir que Donald Trump representa a un grupo de la gran burguesía estadounidense con enorme poder económico y político, de ideología conservadora y ultranacionalista, muy ligado al partido republicano y cuyo programa de gobierno lleva por nombre “PROYECT 2025”. Este programa fue elaborado por una institución de investigación y desarrollo que se llama “HERITAGE FUNDATION”, un “THIN THANK” (Tanque del Pensamiento, en español) con sede en Washington, D.C. Esta institución privada y de excelencia, cuenta con la intervención de 400 académicos y expertos políticos de más de 100 entidades conservadoras de todo el país. La Heritage Fundation elaboró el “Proyect 2025” en 900 páginas, en las que presenta las principales medidas a aplicar en el nuevo periodo de gobierno de Donald Trump, que inició el pasado 20 de enero de 2025. Su pretensión es “Hacer América Grande Otra Vez” (“MAKE AMERICA GREAT EGAIN”, en Ingles). Este lema lleva como siglas MAGA y fue el grito de guerra de Trump en campaña. 

Heritage Fundation se define así: “El conservadurismo es una ideología arraigada en los principios fundacionales de Estados Unidos. The Heritage Foundation cuenta con más de 10 millones de miembros, su objetivo es formular y promover políticas públicas basadas en los principios de la libre empresa, el gobierno limitado, la libertad individual, los valores tradicionales estadounidenses y una fuerte defensa nacional. Prioriza las opciones y los derechos individuales por encima de las soluciones y puntos de vista del gran gobierno” (Portal principal). La Heritage Foundation es el centro del pensamiento más grande del mundo y más influyente en los gobiernos de Estados Unidos. 

Para caracterizar mejor al gobierno de Trump y los intereses de clase que defiende en su programa de gobierno, mencionaremos algunos personajes destacados que financian la “Agenda 2025” elaborada por Heritage Fundation: los Hermanos David y Charles Kochc, que poseen una de las fortunas más grandes de Norteamérica, estimada en 53 mil millones de dólares cada uno, son propietarios de diversas ramas de la industria; Elon Musk con una fortuna de 400 mil millones de dólares hasta diciembre de 2024; también lo apoya el monopolio petrolero de Exxon Móvil, una de las empresas más poderosas en petróleo y gas del mundo, entre muchos otros potentados. 

Por el lado ideológico vale saber que el más destacado de sus intelectuales, miembro de Heritage Fundation, es Doctor en Políticas Públicas por Harvard, Jason Matthew Richwine, quien escribió su tesis doctoral titulada «IQ and Immigration Policy», que significa “Coeficiente Intelectual y Políticas de Inmigración”, en donde sostiene la idea de que los hispanos y los negros son intelectualmente inferiores a los blancos y tienen problemas para asimilarse, esto debido a una supuesta predisposición genética a un coeficiente intelectual más bajo. Esta “teoría” supremacista-blanca es la que justifica la superioridad de los blancos en la posesión del gobierno norteamericano y la expulsión y rechazo de los migrantes latinoamericanos en Estados Unidos, la agresiva política migratoria de Trump. 

Además, basados en esta supuesta superioridad intelectual de la raza blanca, la “Fundación Heritage, Proyecto 2025”, afianza la teoría del “Ejecutivo Unitario”, que afirma que todo el Poder Ejecutivo debe estar bajo el control total del presidente. Este es un retrato breve de los intereses de clase e ideológicos que defiende Trump con su nuevo gobierno proteccionista, y que busca eternizarse al frente de Estados Unidos y dominar al mundo. Un proyecto alternativo a la burguesía neoliberal. 

Ahora sí, volvamos al tema de este artículo: “Los Aranceles de Trump”. Retomando la afirmación de que las acciones de Trump no son una locura, no son un disparate, sino medidas apegadas a un plan económico global solido de su grupo económico y político, diseñado y calculado detenidamente para contrarrestar su crisis y “Hacer a Estados Unidos Grande Otra Vez”, lo primero es tratar de entender qué diagnóstico hicieron (que parece realista), qué problemas presenta esta crisis y qué buscan con la aplicación de aranceles particularmente. Y aquí, entre otros, tenemos tres problemas complicadísimos que están asfixiando a los gobernantes y a las élites gringas. 

I. La deuda gigantesca. Estados Unidos tiene una deuda con otros países y con distintas entidades financieras, que rebasa los 36 billones de dólares y aumenta anualmente una inmensa fortuna que los obliga a pagar intereses anuales por 1.15 billones de dólares, convirtiéndose en el tercer gasto más grande del país. Esta gran deuda es una gigantesca fortuna que en pesos mexicanos sería aproximadamente de $730,000,000,000.00 (setecientos treinta mil millones de pesos), una cantidad inimaginable e impagable, compañero trabajador. 

II. El déficit comercial. EE.UU. es el país que más consume mercancías en todo el mundo, de todas las mercancías de muchos países, su planta productiva no satisface su demanda interna, por tanto, compra más de lo que vende. Esta falta de mercancías se llama déficit y el año pasado alcanzó casi 1 billón de dólares (un millón de millones de dólares), debido a que los grandes capitales norteamericanos llevaron sus inversiones a otros países donde la mano de obra es más barata, para aumentar sus ganancias, o las invierten en los mercados financieros (compra y venta de divisas, de oro, valores en documentos, de bonos, etc.,) ninguna de estas formas de capital produce mercancía alguna en Estados Unidos, lo que ha provocado que su sector industrial esté rezagado en muchas ramas, se haya reducido y no genere empleos. 

III. Déficit del presupuesto anual del gasto de gobierno. El gobierno norteamericano gasta muchísimo para sostener sus actividades militares, de burocracia y financiación de empresas privadas, así como por la altísima corrupción que realizan todos los políticos gringos, como en México. Para el año 2025 les falta un total de 1,865 billones de dólares para cubrir el año fiscal. Muchísimo dinero que no saben de dónde sacarlo. 

Pues bien, compañeros trabajadores, puntualizados algunos de los problemas de carácter estructural que los Trumpistas reconocen como los más importantes y críticos en su “Proyecto 2025 de Heritage Fundation”, podremos entonces comprender por qué buscan aplicar medidas comerciales para remediarlos como el arma arancelaria que estalló Trump el 2 de abril de este año y que llamó “Día de la Liberación”. 

¿Qué pretende lograr Trump con su proyecto arancelario de gobierno? 

1.- Cobrar altos aranceles para proteger el desarrollo de su planta productiva en decadencia, la creación de puestos de trabajo cuando las compañías extranjeras decidan abrir sus plantas en territorio estadounidense, en lugar de pagar elevadísimas tasas de importación a EE.UU. 

2.- Los aranceles son un mecanismo para generar ingresos frescos adicionales a cargo de los países socios, para disminuir su déficit del presupuesto de gobierno. 

3.- Es un poderoso método de presión para que los países castigados realicen acciones deseadas por Washington, por ejemplo, reforzar el control de las fronteras o detener el flujo de inmigrantes y drogas a EE.UU., como sucedió con México, que, a cambio de no subir aranceles altos y a todos los productos que exportamos, obligaron a la presidenta Claudia Sheinbaum a detener a todos los migrantes, no solo de México, con la Guardia Nacional y el Ejercito Mexicano, además, de permitir entrar a sus fuerzas armadas yanquis a combatir el narcotráfico en suelo de México. 

4.- Provocar una caída de la bolsa intencionadamente para bajar los valores en los mercados financieros, que al disminuir sus valores nominales provocarían la disminución de intereses y de su deuda. 

Esto es lo que podemos decir, ahora, con relación a los aranceles, pero “El Proyecto 2025” de Trump es muy amplio, no se agota con este tema, no obstante, la política arancelaria significa un cambio serio en la ruta económica mundial, un intento fundado para pasar de un modelo de libre mercado a uno de protección de la economía y el poder norteamericano, para alargar la vida del imperio, fortalecerse, rearmarse y lanzarse seguramente a otro nuevo intento de conquistar el mundo bajo un gobierno ahora más claramente fascista. ¿Podrán con su crisis terminal? ¿podrán vencer a sus poderosos adversarios que hoy le hacen frente? Pensamos que no. 

Estamos frente a la agonía del mundo unipolar que inevitablemente está muriendo y el nacimiento de un mundo multipolar. ¡Nada dura para siempre compañero trabajador! 

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