Los obreros seguimos moviendo México
Por: Isaac Ocampo García
(Corredor Industrial Toluca-Lerma)
“Es necesario poner en primer plano el desarrollo de las premisas de la revolución, bajo las condiciones concretas de nuestro país”. (Camaradas del PCdeM m-l y del FPR).
“Aumento de salarios en consonancia con el precio de los artículos básicos de consumo”. Esa era la consigna, por los años 70.
“Le suben al precio de esos artículos, le subes lo mismo a los salarios”. Ése era el alegato dentro de la fábrica con el patrón, pero que regularmente no progresaba gracias a la intervención de los “Charros Sindicalistas”. (García Lovera y Neyra Chávez).
En el Corredor Industrial, Toluca-Lerma. A las puertas de la factoría (dependiendo lo que ahí se producía) decenas de individuos, los necesitados, disputándose entre sí el “chance” de ser llamados, de ser los escogidos (regularmente por los “gatos” del charro sindicalero) para la vacante en disputa.
Los solicitantes del trabajo tenían que estar ya a las puertas de las fábricas antes de que amaneciera. Los “gatos” se daban cuenta quiénes llegaban después de que aclaraba el día y a esos regularmente los rezagaban muy a propósito; aunque lo mismo hacían con los que les caían mal, o que “se les ponían al brinco”.
De las fábricas a las que más solicitantes de trabajo se les arremolinaban, estaban: Chrysler(que en principio se llamó “Automéx”), General Motors, Gates, y Pfizer. Sucedía eso porque eran las factorías en donde pagaban los mejores sueldos de la región.
Pero había otras fábricas, se puede decir que eran de “medio pelo”, o “media muerte”, porque en realidad eran empresas en donde trabajar en ellas sí que era toda una hazaña. Además de bajos, muy bajos salarios (en comparación con los de las compañías mencionadas), contaban con infraestructura (maquinaria) demasiado obsoleta. Simplemente era la “chatarra” que en los Estados Unidos desechaban, y que mandaban para nuestro país.
Como ejemplo de esta situación estaba la fábrica “Mueller Brass”. Factoría en donde se producían artículos de cobre, como tuercas, candados, grifos; etc. Fábrica que por cierto cambió varias veces de nombre en su historia. Se llamó también: “Imperial Eastman”, y finalmente (si no es que tuvo otro nombre antes), “Nacobre”. En ése rumbo, otras fábricas, un tanto cuanto “lastimosas”, en donde elaboraban productos de cera, como veladoras, sirios y velas. También, la fábrica de zapatos “Crucero”, “Tanque”, y “Van-Vien”.
También aparecieron las fábricas textileras, las de productos químicos, y Laminados Plásticos “Resistol”. Éstas ya casi situadas en Lerma, aunque en un principio hubo factorías de este mismo ramo, por la estación del tren, justo en la avenida Independencia, de Toluca. Por ése mismo rumbo estuvo la fábrica de zapatos “SVH”.
Lastimosamente, todo o casi todo este movimiento obrero acaparado sindicalmente por esa “bonita familia” de los hermanos García Lovera, encabezados por ese “priista notable” que fue Jesús García Lovera; “emperador” de la CTM en la capital del Estado de México; Toluca.
Nos leemos en la que sigue, digo; si es que…