MEXICANOS EN EL PROCESO DE ELECCIÓN PRESIDENCIAL: “ME CAE BIEN, ME CAE MAL”

**El “último” candidato que nos fue “impuesto” a los mexicanos, por lo menos abierta y descaradamente por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, fue Ernesto Zadillo

Por Isaac Ocampo García

Toluca, Méx; Abril 8 de 2024.

Los mexicanos en su inmensa mayoría votan por tal o cual candidato, no en base a un equis conocimiento, preparación y/o educación político-ideológica de su parte; sino más bien, respaldándose en un “me cae bien o me cae mal éste”. En esta ocasión, por primera vez, habrá de hacerlo también: “Porque me cae bien o me cae mal, ésta o…ésta”.

Y, no se diga que lo hace como resultado de un análisis previo respecto de la preparación socio-política y de las propuestas de las o los candidatos.

Por sexenios y más sexenios los mexicanos y mexicanas que votaron por un candidato, podrá decirse que lo hicieron por un candidato “impuesto”. Sí, impuesto primordialmente por el presidente de la república en turno. Y, digo que primordialmente por el presidente de la república, porque es de pensarse que en un sistema capitalista de gobierno como el que tenemos; la opinión pero sobre todo la injerencia de los dueños del capital, extranjeros y nacionales, sí que contó y cuenta; sobremanera.

Al respecto, seguro que podremos convenir en que el “último” candidato que nos fue “impuesto” a los mexicanos, por lo menos abierta y descaradamente por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, fue Ernesto Zedillo Ponce de León.

Imposición ésta de un personaje “dócil y suavecito” como lo fue Zedillo, además de “necesario” que así fuera, ya que estaba aún presente aquel escenario trágico del asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta. Había entonces que “poner al país en santa calma”, y quién mejor que Zedillo para tal “cruzada”… (“No se hagan bolas”, dijo aquél)

Después, ya sabemos lo que se nos vino encima. Según dice el “populacho”. Primero, un presidente “parlanchín y dicharachero”. Luego, el presidente “beodo”. Acto seguido, el presidente “analfabeta” no sólo en lo político. Y finalmente, hasta ahora, “el presidente de los otros datos”.

¿Qué se nos viene ahora? Es decir, ¿quién nos irá a gobernar el próximo sexenio? Y, aún más preciso. ¿A quién elegirá este pueblo, no sabio, como lo llama López Obrador, sino; este pueblo aún falto de preparación y educación política: a quién?

Pd: “¿Será melón o será sandía? ¿O, será la…?”