Nacional

Nancy y Ariadna ¿acceso a la justicia para las mujeres?

La Columna Rota/ Verónica Villalvazo (Fridaguerrera)

“No pierdo la fe, ni la esperanza, de que voy a encontrar a mi niña y no descansaré, hasta encontrarla y ver a mis agresores sentenciados. Ayúdenme”. 

Nancy. 

Cuando Nancy me contactó en abril de 2020, no tenía idea del infierno por el que había pasado para salvar su vida, tuvimos que detener muchas veces la preAlerta Ámber que Morelos, a regañadientes, había generado de la niña, para evitar que su agresor supiera que estaba viva. Sin embargo, la petición de esta mujer, a la que sus agresores dieron por muerta me hizo buscar mucho más apoyo, ya que la Fiscalía de Morelos no hacía mucho por ubicar a sus agresores. La historia es redactada directamente por Nancy, les compartimos el volante de búsqueda de Ariadna la pequeña que desde ya casi dos años Nancy no ve, si sabe dónde está, que dejara de encubrir a quienes han lastimado tanto a Nancy y a su pequeña. Lean la historia con respeto y nuevamente póngase en sus zapatos. No la juzgue.

Aquí la historia de Nancy, un poco larga pero para ella es importante que usted tenga todo el contexto. 

-El 14 de junio del 2008 conozco a David, porque una amiga en común me dice que su amigo me quiere conocer y dije sí ¿por qué no?;  para eso yo estaba por terminar la relación que tenía con el padre de  mi hijo mayor,  que apenas tenía tres meses de nacido.

Empezamos a conocernos a mandarnos mensajes, a salir, y se dio una relación extramarital, él al igual que yo tenía una relación con dos hijos así estuvimos medio año pero desde el primer momento en que empezamos a andar, él se mostró muy celoso posesivo, y yo decía que era porque él me quería.

Terminamos la relación y nos dejamos de ver durante un año completo; para esto mi hijo ya casi cumplía los dos años, lo vuelvo a ver un 15 de enero del 2010, platicamos y volvimos a salir, la relación que llevábamos era aún fuerte, yo sentía que lo amaba porque con él me sentía protegida; algo que no había sentido jamás y pasó el tiempo y decidimos él y yo dejar a nuestras parejas para empezar juntos una nueva vida.

Todo era hermoso mucho amor, el cambió muchísimo no me celaba me trataba con mucho amor y yo estaba más enamorada que nunca y así pasaron tres meses; cometí el error de buscar al papá de mi hijo para ver a mi niño porque entre él y yo ya no había nada desde antes de que nos separamos, solo quería ver a mi hijo; mi ex aprovecha para darme un beso y toma una foto;  molesta  le exijo que no confunda las cosas. Le aclaro: “yo solo te dije que nos viéramos para que pudiera estar un rato con mi hijo”. 

Ya que él no permitía que estuviera a solas con el niño y menos que me lo llevara donde vivía con David, porque él era un drogadicto, esa foto la usó para ocasionarme problemas, fue a la casa de mi hermana y se la mostró, por lo que ella nos pidió que bajáramos y me dijo que le dijera a David lo que había pasado con el papá de mi hijo, yo traté de no decir nada hasta que Erik, el papá de mi hijo, le mostró la foto a David, ahí fue donde todo empezó.

David me dio mi primera golpiza, me dijo que él me amaba, que no era justo que lo hubiera engañado, le contesté no te engañé, yo no quise darle el beso él me lo robó y tomó la foto, intente convencerlo de que entre Erik y yo ya no había nada. No me creyó, me golpeó, me dejó el ojo morado y más moretones en las costillas y brazos.

Su hermana Jhoana tenía un viaje a Poza Rica, Veracruz y aceptamos ir al viaje, fueron sus papás y sus sobrinos. Todo estuvo muy bonito, me pidió perdón, me dijo que me amaba y que no me quería perder, lo perdoné, y todo bien hasta que regresamos. Su mamá le dijo que yo me le quedé viendo a su papá en todo el transcurso del viaje y que su papá igual me veía, que yo me quería acostar con él, cosa que jamás fue cierto; la señora no me quería porque me había metido en la relación con su hijo.

Para octubre del 2011 nos enteramos que estábamos esperando a nuestra hija y todo volvió a ser felicidad, fue el mejor hombre el que había soñado, nos cuidaba, asistía a todas las consultas del embarazo, me llevó al hospital cuando nació nuestra nena y estuvo ahí hasta que nos dieron de alta, todo bien, hasta ese momento ya no se drogaba, trabajaba e iba de la casa al trabajo y del trabajo a la casa.

En enero del 2013, hubo una fiesta de su familia, él llevó a una amiga, a su mejor amiga, a mí me inquietaba, pero el me decía que era su amiga, me puse muy celosa porque en toda la fiesta él se la pasó con ella y a mí me dejó sola con sus papás; empecé a bailar con una de sus tías y al terminar la fiesta, estaba muy enojado porque parecía “puta” bailando con su tía; llegamos a la casa, siguió tomando y se salió a drogar, llegó a la casa en la mañana a pelear y me pegó que porque andaba de “puta” provocando cuando bailaba, le aclaré que bailaba con su tía, y me respondió: “ella también es una “puta”. En esa ocasión me rompió la nariz y me dejó tirada en la casa con mi nena en la cama, entró su mamá cuando el volvió a salir a la calle a drogarse, ella me pegó también, insultándome, diciendo que era “una bruja” y que por mi culpa su hijo se volvió a drogar, yo no metí ni las manos. 

Me fui a mi casa no quería seguir sufriendo maltratos fueron dos días los que estuve en casa de mi mamá, el va a buscarme, una vez más, me pide perdón, que no volvería a pasar, lo vuelvo a perdonar, regreso con él a la casa fue todo lindo, la reconciliación. Otra vez.

Todo iba otra vez bien hasta que por cuestiones de trabajo  debe viajar a San Luis Potosí, porque de la empresa le daban cursos; en esa semana, descargo una aplicación parecida al WhatsApp, y me llega un mensaje de su amigo, diciendo “hola”,  lo borré porque sabía cómo se ponía de celoso, cuando él llegó le hice saber lo que había pasado, ese día no me pegó. Pasaron los días me regala un Iphone, mi niña ya empezaba a estar en la andadera, se lo doy y pasaron los días. 

Un día llega enojado a pegarme porque “yo andaba con su amigo”, él le dijo que andaba con una casada y que le iba a regalar un Iphone, me cuestionó dónde estaba el que me había dado, yo no recordaba que la nena lo tenía, ese día me dio una golpiza, me amarró de la cama y me rompió la ropa, tenía mucho miedo fue la primera vez que le supliqué por mi vida, que me dejara y me iba a ir lejos con mi niña, que jamás volvería a saber de mí, pero estaba tan drogado que me siguió pegando hasta que su mamá preguntó si todo estaba bien; le contestamos que sí, que se fuera a su casa, fue cuando me dejó de golpear, me desamarró: a la mañana siguiente se fue a trabajar, y le dio una golpiza al que era su amigo, lo corrieron de la agencia y una vez más llegó a pegarme, culpándome de que lo corrieran. 

Otra vez decidí irme a casa de mi hermana,  ya no quería saber más de él, yo no quería que me matara; pero él sabía cómo chantajearme; a la semana de haberme ido, me llama para decirme que estaba muy mal, que por tanta droga ya no puede respirar, que se siente morir, y fue a verlo, aproveché para llevarme la andadera de mi nena, y ahí estaba el Iphone. ¿Lo ves? ese aparato jamás salió de casa, por eso me pegaste, dudaste de mí y ya no te voy a perdonar. 

Una vez más lo mismo de siempre me volvió a pedir perdón, que ahora sí ya no volvería a pasar, que me amaba, pero que los celos lo cegaron y que no quería perderme, me abrazó, se  arrodilló, lloró, y lo perdoné.

Perdió su trabajo, yo trabajaba con su hermana haciéndole la limpieza de su casa, ella nos apoyaba con los pañales y la leche de la niña, sus papás con la comida y lo de mi sueldo ayudaba otro poco, hasta que su hermana nos dijo que ya no podía ayudarnos. “David se está drogando cada vez más, necesitamos meterlo a una clínica de rehabilitación porque no pueden seguir así, una amiga tiene a su mamá que vive en Puerto Vallarta y necesita quién le ayude con la caca, pero no quiere que tenga hijos, tendrías que dejar a Ari en lo que juntan dinero y David se rehabilita”, me dijeron. Lo platicamos y aceptamos la propuesta en marzo del 2014, me voy a Puerto Vallarta, Jalisco y él se va a Mazatlán, Sinaloa,  a la clínica de rehabilitación.  

Yo le mandaba dinero a mi hija todos los fines de semana, sé que no era mucho pero no podía más, le mandaba quinientos pesos,  y hablaba con ella, pero a veces ella no quería contestarme y eso me ponía muy triste.

En una ocasión estando en Puerto Vallarta me dijo que ya andaba de “puta” y que no tenía remedio y que jamás iba a cambiar. Yo tomaba antidepresivos que me había recetado la psiquiatra, entonces el me dijo que estaba loca y que además era una “puta” “drogadicta”; me amenazó que sí no regresaba por mi niña no la volvería a ver jamás, hablé con la señora con la que trabajaba y le expliqué que David me estaba amenazando con quitarme a mi hija y eso no lo iba a permitir.

Regresé a México y su familia no me dejó ver a la niña. Para no tener más problemas decido irme a Veracruz, ahí tengo familia; me marca cuando iba en camino, le hago saber que ya no estoy en la CDMX, sino en Veracruz; yo le seguía mandando dinero a mi  hija y el compra un terreno en Cuernavaca, Morelos, y me dice vámonos a vivir a Cuernavaca, ahí empezaremos una vida nueva donde nadie nos conozca, a empezar de cero, le dije que sí, me invitó a ver a mi hija en Navidad, fui a verla,  pero entre él y yo ya no había esa emoción de vernos, éramos dos extraños; llegué el 24 de diciembre del 2014; yo estaba muy cansada, trabajaba de mesera en una taquería por la noche. 

Estuvimos solos y al final otra vez accedí tuvimos relaciones, yo tenía un año que no usaba método anticonceptivo, estuve con él hasta el 27 de diciembre, me regreso a Veracruz, y para enero del 2015 me di cuenta que estaba embarazada, él me dijo que yo ya iba embarazada, que no era suyo, que debía abortar que si no, jamás volvería a ver a mi hija; y yo aborté, pero como jamás lo había hecho pensé que ya lo había arrojado, y cuál fue mi sorpresa, que el 18  de marzo de 2015 tuve el aborto mi bebé, ya tenía 3 meses de gestación, y yo no sabía que aún seguía embarazada.

El 18 de mayo del 2015 llegó a donde yo vivía, yo trabajaba de mesera, pero ahora en un restaurante bar de noche,  él me buscó y nuevamente iniciamos la relación y regresé con él, mi tía comete la indiscreción de comentarle a su hermana que uno de mis compañeros de trabajo me pretendía. Me golpeó, y luego, otra vez lo acepté, mi hija estaba tan feliz viendo a sus papás juntos que sus ojitos le brillaban, esperamos a que fueran sus tres años para irnos a Cuernavaca.

Llegamos a Cuernavaca el 26 de mayo del 2015, ahí empezamos una nueva vida nos dieron un apoyo para construir un cuarto ahí en el terreno yo me encargaba de todo eso y cuidaba de la casa y de la niña. Otra vez me golpeó, entonces me defiendo, toma un bate, me golpea en la cabeza hasta que me abrió una herida profunda, después dijo pídeme perdón de rodillas y suplica por tu vida dime qué te vas a ir lejos, pero sin mi niña porque ella se va a aquedar conmigo. Le dije que me iba a ir lejos, pero con  mi hija, yo sentía caliente todo mi cuerpo, mi cabeza me punzaba, hasta que llegó una patrulla me dejó de pegar, una vecina le había marcado porque escuchó, salí a ver a los policías por la ventana, les dije que todo estaba bien. A la mañana siguiente nuevamente juró que no volvería a pasar. “Perdóname el enojó me cegó”.

Me mandó a hacer unas tomografías y me dijo que por el momento no saldrían los daños pero que deseaba ver que no tuviera alguna fisura, fui y todo bien, solo dolores de cabeza recurrentes.

Así paso el tiempo hasta que entré a trabajar porque a él ya no le alcanzaba el dinero y le dio una parálisis facial, fuimos a una psicóloga y ella me aconsejó separarme. Dejó de trabajar en la agencia y empezó a desaparecer a irse a la CdMx por días y hasta por  semanas, y llegaba con dinero, a mi me extrañaba, y le preguntaba de dónde salía ese dinero.  Empezó a drogarse otra vez,  primero era mota y luego cristal; mi hija me dijo: “vámonos con una de tus amigas o vámonos con mi abuelita diana ella nos va a ayudar o qué esperas que te mate mami y yo, yo qué, dónde voy a quedar”. En ese momento una vecina me hace saber que él estaba tirado en la calle, a lado de su hijo, que ya habían llamado a una patrulla y que se los iban a llevar. 

Tratamos de cargarlo, pero estaba ahogado en alcohol, tuvimos que traer la carretilla para llevarlo a la casa y ahí lo dejamos; a la mañana siguiente no se acordaba de nada y le hice saber que no permitiría que ahora quisiera dañar a mi hija. Ahora el perdón fue para mí niña, en ese momento decidí ya no seguir, le pedí tiempo para reunir lo suficiente e irme a rentar con la niña, aceptó,  le dije que se atendiera, que acudiera a algún grupo de AA, para que le bajara a su consumo de alcohol y drogas.  

Un día me dice ¿no piensas irte, verdad?, le hice saber que sí, que solo estaba buscando un cuarto, ese fin de semana encontré uno, le comenté que en la semana ya me iba de su casa. No creía que ya teníamos todo empacado, se empeñó en llevarnos para que no gastara en la mudanza, acepté. 

Los primero días fueron muy difíciles, llevaba a mi hija conmigo a trabajar, sin embargo, al mes mis patrones me pidieron ya no llevarla, porque aunque no hacía ruido, ellos no estaban acostumbrados a tener niños.

Ya no tenía forma de contactarlo vía telefónica, el único contacto era por medio de la psicóloga, le pedí a ella que lo citara en el consultorio, para ver si podía apoyarme con la niña y así fue lo vi en el consultorio, llegó para mi sorpresa todo marcado,  me dio mucho coraje, tristeza, porque yo le seguía depositando dinero para que comiera,  para el internet, para gastos que le salían, y él ya vivía con otra persona. 

En una ocasión se puso muy violento, y fui al Centro de Justicia en Cuernavaca,  a levantar una orden restricción en su contra y sí me la dieron, iba a empezar el proceso de guarda y custodia de la niña.

 El 3 de julio de 2019 sea agudizó el infierno, David en compañía de la que era su pareja en ese entonces y de otras personas me  levantan con todo y mi niña, yo sabía que ese simple  papel no me iba a salvar de la furia de él; me llevan a una casa, me golpean durante toda la tarde noche; a mi hija se la llevan sus hermanas, antes de llevársela me obligó a decirle a la niña que él era un buen padre, que todo lo que había pasado era mi culpa, fue la última vez que la vi.

Así me tuvieron hasta el jueves 4 de julio, del mismo año como no acepté sus acusaciones decidieron sacarme de esa casa y llevarme a una barranca, salimos en dos carros en uno iba mi ex y su pareja y en el otro el hermano de su pareja y otra chica, detienen los autos, y me ordenan -bájate,  no vayas a hacer una pendejada- solamente contesté si ya me pegaron y torturaron toda la noche, ¿creen qué tengo fuerzas para hacer algo?, sólo les pedí que si me iban a matar me dieran un tiro en la cabeza, para detener ya tanto sufrimiento. David agarra la pistola la pone en mi cabeza del lado izquierdo y dispara. Sólo siento caliente y enorme mi cabeza con un sonido muy fuerte, caigo hacia adelante y ellos se van, no esperan más.

Me quede ahí tirada, cuánto tiempo pasó no lo sé, pero cuando vuelvo a reaccionar es porque ya tenía sangre en la boca, abro dolorosamente los ojos y veo que ya hay más luz, me levanto agarrándome la cabeza, cuando me trasladaban a ese lugar vi una casita que se veía como abandonada, recordé y empecé a caminar hacía allá, al llegar grité pidiendo ayuda, pensé que nadie me escucharía, mi sorpresa fue que sí vivían ahí, y me pregunta un señor que sí me había picado un alacrán, respondí que me habían disparado en la cabeza.

Abre su rejilla y me saca una silla, me tranquiliza diciendo que todo iba a estar bien, que ya iba a llamar a una ambulancia, antes de ello, intenta revisarme la herida, al ver mi cara sorprendido me dice,  -Nancy ¿eres tú?-,  yo con el miedo, no sabía quién era, le contesto, no sé quien sea esa tal Nancy por qué me dices ese nombre, él me dice tranquila trabajamos juntos en la marisquería, trato de hacer memoria y recuerdos, y solo dije Gerardo. Su esposa Perla, me calma también, y me dice que me van a ayudar. Para ese momento ya tenía mucho frío y sueño, les dije me voy a morir me acosté en el suelo, me dicen párate, no te duermas; en ese momento llega una patrulla y me pregunta la oficial, ¿qué pasó?, ¿estás drogada?, contestó que no, que me habían disparado en la cabeza, la oficial introduce su dedo al orificio, y me duele y dice: -sí está lesionada-.

Me suben a la patrulla, un poco más adelante ya estaba la ambulancia esperando, me suben, me conectan aparatos y pierdo la conciencia, hasta la entrada del hospital, algunos oficiales me preguntaban qué había pasado y mi nombre, temerosa di un nombre falso, y les hago saber que no quiero que nadie sepa que estoy viva, porque vendrían a matarme, después me enteré que en redes sociales, había salido una nota de que había fallecido en el traslado al hospital.

Mi petición de que no supieran que estaba viva, fue lo último que recuerdo, despierto cuando me están cosiendo, porque siento el dolor, los médicos me tranquilizan, me hacen saber lo que hacían, vuelvo a perder la conciencia, despierto nuevamente al sentir agua que caía en mi cuerpo, me hacen saber que me estaban bañando, vuelvo a perder la noción.  

Cuando desperté nuevamente, estaba ahí el Policía de Investigación de Feminicidios y me informa que hay alguien afuera que dice ser mi hermana y mi madre; estuve en el hospital 4 días, de ahí mi mamá me sacó, antes pasamos ahí en el Hospital Parres a declarar ante el Ministerio Público,  le dijo a mamá que me regresara el lunes a Fiscalía, y así fue, me llevó a casa oculta para que nadie me viera y no fueran a matarme ahí; el lunes temprano me regresan a Cuernavaca a escondidas de todos los vecinos.

Al llegar al Centro de Justicia Para la Mujer de Cuernavaca, una vez más declaró todo, me asiste una psicóloga, me hace saber que no me mandarán a ningún refugio; me transfieren al refugio que por seguridad no nombraré, le comunican a mi mamá y ella también dice que sí, solo esperamos a la policía de género que me trasladaría.

A los 5 días de mi ingreso al refugio, me notifican que tengo que salir a Fiscalía de Cuernavaca a Feminicidios. Pasaron los meses me llevan nuevamente a Fiscalía, les di los datos de mi hija y me dijeron que la niña había estado inscrita hasta noviembre del 2019 en una escuela en Cuernavaca, y las fiscalías a cargo de mis carpetas ni siquiera sabían eso, habían mandado escritos a la SEP, y jamás contestaron; en ese momento me di cuenta que eran unos incompetentes, si me hubieran hecho caso desde un principio la habrían encontrado, pero no, solo era una víctima más. Nuevamente la Fiscalía me dice que esperara los datos de la SEP, y en ese momento aumenta la pandemia, ya no pudieron hacer nada. 

Llegó el día en que pedí mi egreso porque ya estaba lista para enfrentarme a la vida afuera y buscar a mi hija, habló con mi psicóloga y le dijo que sí,  que ya estaba apta para estar de nuevo en la búsqueda, me dan mi egreso en marzo del 2020.

Busqué una red de apoyo porque yo no me quería regresar a la CDMX con mi familia, las  pondría en riesgo;  busqué a mis ex patrones, quienes me ayudaron a salir, después busqué trabajo y un lugar donde vivir.  Busque a Fridaguerrera y ella empezó a ayudarme porque como ya iba sola a la Fiscalía ya no me hacían caso, me pedían que les diera datos correctos que yo no tenía, una amiga me ayuda a conseguir fotos de la pareja de David y de su hermano, para que me dieran las órdenes de aprehensión, y en eso lo dejaban, no buscaban, no hacían nada, yo sabía que David ya estaba en la Ciudad de México, pero la Fiscalía no hacía nada, todo estaba parado, solo decían debes tener paciencia, no lanzaron Alerta Ámber, solo prealerta, para que el no supiera que estaba viva. David vivía tranquilo porque pensaba que me había matado, todos ellos ya vivían una vida libre, mientras yo había perdido meses sin buscar a mi niña. 

Frida me contactó con Alicia Leal, el enlace con la Segob, Alicia me contacta con el comandante de la CdMx,  me llama, le hice saber todo lo que sabía por dónde lo habían visto. El comandante Gustavo Castillo me dijo que lo iba a agarrar.

El 23 de diciembre del 2020, me llamó Castillo diciéndome, -ya está hija ya lo agarre, ahora solo ayúdame a que Morelos venga por él-. Empiezo a marcar a los comandantes de Fiscalía, a la Fiscal Fabiola Betanzos y nadie contestaba, ya después de mil intentos contesta el comandante de aprehensiones de Morelos, y me dice que allá en la CDMX no hay guardia que por eso no podían ir por él, que hasta el siguiente día. 

El Comandante Castillo me vuelve a marcar para decirme fuera a CdMx, que ya iban a llevar a mi hija, me traslado de inmediato y el Comandante me hace saber que Jhoana la hermana de David llegó a la Fiscalía solo para hacerle saber que ella tiene mucho dinero y no la va a entregar. Mi temor es que ellas me vieron cuando yo llegaba, ya sabían también que estoy viva, empezaron a cazarme fuera de fiscalía; le mandé mensaje a Frida, ella habló a ADEVI para que me resguardaran.

El 24 de diciembre se llevaron los de Morelos a David en la madrugada; yo regreso el mismo 24 a Cuernavaca, pero de mi hija, nada. Es por ello que levantan la Alerta Ámber en Morelos, para “buscarla”, pero aún sin resultados. David y mis otros dos agresores van a tener su juicio intermedio en este mes pero de mi hija nada. Ya van 6 meses de su detención y no pueden saber dónde está mi hija. 

No pierdo la fe ni la esperanza, de que voy a encontrar a mi niña, y no descansaré, hasta encontrarla y ver a mis agresores sentenciados.

Ayúdenme. Nancy. 

El relato es estrujante. Hoy Nancy decidió contar su historia, porque aunque las hermanas de David están libres y saben que Nancy está viva, busca desesperadamente a su hija, ya hemos tocado todas las puertas y nadie la busca, ¿nos ayudas?

¿Eres madre, padre, hermana, hermano, hija, hijo, de una mujer víctima de feminicidio, desaparición, o intento de feminicidio? búscame, ayúdame a visualizar a las víctimas y contar su historia. Voces de la Ausencia.

@FridaGuerrera

@vocesDLAusencia

fridaguerrera@gmail.com