Pandemia y acción comunitaria
Milly Yailin Ortega Salinas/PSFMX (1)
- Evitar el contacto corporal y practicar una buena higiene respiratoria y de las manos.
- Programar actividades seguras: enfatizar el cuidado al ejecutar las acciones. Evaluar, prevenir y mitigar riesgos.
A finales de febrero de 2020 se detectó el primer caso de COVID-19 en México. Durante los días siguientes el país ya se encontraba en la Fase 1 de contingencia por COVID-19 y para el 11 de marzo la Organización Mundial de la Salud (OMS) determina la COVID-19 como una pandemia, afectando así a diferentes países por todo el mundo.
Tras estos hechos en México se determinaron acciones para prevenir la propagación del SARS-CoV-2, acciones para proteger la salud de cada mexicano y evitar un colapso en los sistemas de salud en nuestro país, entre estas acciones se llevó a cabo: la suspensión de labores no esenciales; la suspensión de clases presenciales en todo el país, la Jornada de Sana Distancia, entre otras.
Sin embargo, hasta el 31 enero de 2021, el semáforo epidemiológico vigente hasta el 14 de febrero señala en color rojo en el que permanecerán 13 estados: la Ciudad de México, Estado de México, Morelos, Puebla, Hidalgo, Querétaro, Guanajuato, Jalisco, Nuevo León; se sumaron Guerrero, Colima, Nayarit y San Luis Potosí; en color verde ninguna entidad. (https://www.infobae.com/america/mexico/2021/02/01/mapa-del-coronavirus-en-mexico-1-de-febrero-13-estados-permanecen-en-semaforo-rojo-y-ninguno-en-verde/).
Sin duda la pandemia modificó toda forma de organización colectiva, exigió que los estilos de vida cambiaran, dio paso a recuperar formas de relación o a innovarlas, lo que afectó los diferentes procesos productivos, de servicios y claro, la vida cotidiana, así la unión compleja de factor tras factor en el contexto de la pandemia también impele a propiciar cambios para promover la estabilidad emocional de cada persona.
Una de las áreas en que se ha modificado su manera de intervención y acción es el trabajo comunitario, que exige sobre todo el cuidado personal de cada profesional en ejercicio o en formación, así como el voluntariado que tenga acercamiento con una comunidad. Existen diversas propuestas para una intervención psicosocial comunitaria segura, que evite riesgos para la integridad física y mental de los participantes. OXFAM es un movimiento global formado por personas que trabajan juntas para combatir la desigualdad y, así, acabar con la pobreza y la injusticia (https://www.oxfam.org/es/que-hacemos/quienes-somos), y publicó La participación comunitaria durante el covid-19: guía para el personal en contacto con las comunidades, en donde se sugieren algunas medidas como las siguientes:
- Distanciamiento físico: evitando el contacto corporal, mantener una distancia de como mínimo dos (2) metros con respecto a otras personas y evitar reuniones grandes.
- Evitar el contacto corporal y practicar una buena higiene respiratoria y de las manos.
- Programar actividades seguras: enfatizar el cuidado al ejecutar las acciones. Evaluar, prevenir y mitigar riesgos.
Considerar recomendaciones como las anteriores posibilita una adaptación más segura al contexto caracterizado como Nueva Normalidad, que está exigiendo más que nunca saber aprovechar los recursos propios con lo que cuenta una comunidad para resolver exitosamente esta problemática de salud. Es fundamental propiciar el acceso a nuevas formas de comunicación y participación, sin interferir las cualidades, enseñanzas y desarrollo de estas comunidades, sino más bien favorecer de manera eficaz una respuesta comunitaria consciente ante esta situación de crisis mundial.
Un ejemplo de lo anterior es la actividad que desarrolla la red comunitaria, Unión de Cooperativas Tosepan, con sede en el municipio de Cuetzalan, Puebla. En ese lugar la comunidad generó iniciativas como Tayolchikawalis para generar “acciones para tener el corazón fuerte” como una forma de responder a la pandemia a nivel salud, pero también de manera social y económica. Mediante una campaña de comunicación asertiva se transmite la importancia de la revitalización del campo a través de la siembra y el fortalecimiento de acciones de salud comunitaria. (https://www.apc.org/es/news/las-redes-comunitarias-ante-el-covid-19-en-latinoamerica).
Es importante reconocer la suma y variedad de estos esfuerzos para impulsar acciones colectivas que fortalecen la salud mental comunitaria, que integra tanto el abordaje a los malestares individuales, como identificar problemáticas dentro del contexto comunitario que minen la calidad humana durante las relaciones interpersonales, todo lo anterior garantizando los derechos fundamentales de cada individuo, mediante el diálogo.
Si desea consultar material que apoye el trabajo comunitario, le sugerimos los siguientes enlaces:
- Secretaría de Cultura/ Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI)
Materiales en lenguas indígenas para prevenir el coronavirus covid-19
- Gobierno de México/ Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI).
Guía para la Atención de Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas ante la emergencia sanitaria generada por el virus SARS-CoV-2 (COVID-19).
- c) Revista CoPaLa Construyendo Paz Latinoamericana https://app.box.com/s/l8sshb3berowk2kny2c3wbcupb6q1r4k
- Psicólogos Sin Fronteras México-Valle de Toluca tiene como propósito intervenir sobre la realidad del ámbito local e internacional, abordando las problemáticas sociales con un punto de vista crítico, comprometiéndose a mejorar esa realidad. https://www.facebook.com/PSFMXValledeToluca