Peinando almas Metamorfeame irrumpió la noche
Por Jeanne Enríquez Salgado
**“Mi relación con José Manuel Aguilera siempre fue muy generosa, es un gran músico y de mis compositores favoritos, siempre me confiaba cuando estuve trabajando con él…”
El temporal atestiguó, velada de cálida atmósfera en un “negro cósmico” en foro Landó donde la audiencia presenció la reencarnación del “aquí no es así” Jaguar-Caifán; la agrupación Metamorfeame ofreció multiplicidad de valiosas interpretaciones en piezas memorables que fueron recibidas con emoción resonante en tierras frías.
Los músicos Federico Fong en el bajo, César López El Vampiro en la guitarra líder, Banacho García vocalista y Martín Alvarado, en la batería, demostraron en el escenario el talento y técnica de su trayectoria con un recital de selecta muestra de temas que han acompañado su historia, desde finales de la década de los ochenta de Caifanes hasta el álbum El nervio del volcán de 1994 y las garras del paso de Jaguares a la fecha.
Metamorfeame “parpadea” y tiene la misiva libertad de poder en la reinterpretación de un legado creativo, despliegue valioso de talento en espejos de obsidiana, piedra y humo del Caifán, en la ciudad nocturna inundada de luces y clamor, en plena muestra musical de nivel en recuerdos y privilegios.
Viento, botas y chamarras de cuero “para escapar uno del otro” encontraron en el calor de los aplausos y coros de los icónicos temas de una audiencia candente que concurrió el recinto del paseo Matlatzincas en la circunvalación de Toluca, todo al sonoro trabajo de Henur, ingeniero de sonido del Landó, que brilló como siempre; la barra despachó y dio abasto con un lleno total, sould out.
“La célula” y el bajo de Fong soportaron la guitarra de una danza infinita de El Vampiro, las letras de Saúl se sintieron en la añoranza Afuera y Banacho dio toda su alma en el stage. La ovación fue continua, las gargantas resonaron los espíritus musicales que se brindaron por los cuatro músicos que otorgaron al nocturno y selvático jaguar un caifán urbano que nos esperaba a la vuelta de la esquina.
“Todo tiene un fin”, con instrumento enfundado al hombro, Federico Fong cedió a Semanario Punto breves comentarios al finalizar el recital recordando la influencia que han tenido distintos músicos en su carrera: “Mi relación con José Manuel Aguilera siempre fue muy generosa, es un gran músico y de mis compositores favoritos, siempre me confiaba cuando estuve trabajando con él, algo que no muchos creadores hacen darte la canción para tener libertad creativa de hacer lo que uno quiera con la pieza; con Alfonso André es mi cuate de toda la vida, somos compadres, y tenemos buen conecte musical bajo una amistad larga y estrecha”.
Reiterando que no hay problema con los derechos de autor para interpretar las canciones aseguró, “inclusive Saúl Hernández nos bautizó con Metamorfeame, quién no va a estar contento de que toquen sus canciones. En su momento fue muy grato trabajar con él, es un gran compositor, muestra de ello es que estamos tocando sus rolas que se han transmitido de grandes a chicos como parte de la cultura mexicana”.
Del regreso al tocar los éxitos comentó: “Es una experiencia increíble al darme cuenta de lo importante que son esas canciones para la gente, me siento muy afortunado de ser parte de esta historia y por eso estoy tocando aquí, simplemente, por esas composiciones”. Se despidió y regresó al escenario a resguardar su equipo, salían a primera hora para continuar con la extensa gira al interior de la república.