Productoras de cempasúchil buscan recobrar volumen de ventas en Temoaya
Texto y fotos: José Ángel Gutiérrez
**En San Pedro Abajo, floricultoras como doña Ludivina Hernández, sugieren la compra de flor en maceta para doble tributo, es decir, para altar y después tumba
TEMOAYA, Méx.- Productoras de Temoaya sugieren adquirir la flor de cempasúchil para altar y tumbas, oportunidad que brinda la modalidad en maceta, en la búsqueda de recuperar su volumen de ventas para el próximo Día de Muertos.
Ante Punto Estado de México, la floricultora Ludivina Hernández Barrera sugiere el doble uso de la flor, cuyo destino es un altar en casa, para después exponerla intacta y lista en las tumbas rebasados los días 5, 6 o 7 de noviembre.
La apreciación responde a las restricciones de la pandemia, así como a las medidas adoptadas por el ayuntamiento de Temoaya, cuya dirigencia limitó la venta al miércoles 28 de octubre y no hasta el 2 de noviembre como en antaño.
“Pero tenemos fe de que aun así se venda, porque los productores de flores somos los más afectados. Quienes vienen a comprar para revender ‘si quieren, invierten, y si no, no’, pero nosotros ya tenemos la producción hecha”, matizó.
Pese a la pandemia, Temoaya abrirá panteones del 28 de octubre al 4 de noviembre, con permiso de “un momento” a visitantes entre 09:00 y 17:00 horas, bajo estrictas medidas de seguridad y acceso de dos personas por familia.
Aun con estos accesos parciales, el no permiso de vender hasta el día 2 –cuando aún se registra desplazamiento de flor en panteones–, los floricultores verán afectada su economía, ya que en otros sitios no habrá acceso y esto bajará las ventas.
Al igual que esta productora, quien se halla en Vivero Santillán, en carretera Centro Ceremonial Otomí, en la comunidad de San Pedro Abajo, primera sección, varios floricultores aguardan que mejore la comercialización del cempasúchil.
Varios floricultores tienen puertas desde temprana hora en aquella vialidad, donde además de buen precio ofrecen calidad para competir con sus homólogos de otros municipios para llevar aroma y color a las moradas de los fieles difuntos.
