¿Qué hacemos, no nos organizamos o de plano blasfemamos?

Por: Isaac Ocampo García 

(“Hay un tiempo para cada cosa, y un momento para hacerla bajo el cielo”. Eclesiastés. 3: 1)

Habrá coronavirus habrá sarampión vendrán incluso otras clases de contagios posiblemente mucho más graves de los que ya hemos padecido los terrícolas a lo largo y ancho de nuestra existencia más lo de este todavía joven siglo XXI y de seguro ni así habremos de entender que lo más aconsejable es buscar cómo hacerle (los humanos todos en el planeta) para seguir nuestro camino hasta morir como la naturaleza manda y no como a los humanos al parecer se nos antoja hacerlo.

A los que nos tocó “la suerte” de haber nacido justo a la mitad del siglo recién pasado jamás nos imaginamos que íbamos a padecer ni siquiera un tantito de las desgracias que hoy no quieren dejarnos. Cierto unos más pero otros mucho más hasta el colapso y los más aunque menos pero con el miedo a cuestas y algunos casi ahogándose del terror ya por el virus ya hasta por los ataques de sus propios hermanos humanos contra humanos.

¿Y ahora qué hacemos rezamos y nos organizamos o de plano blasfemamos?

Digo esto último porque nos llegaron unos predicadores dizque de la palabra de Dios que nos habían estado escuchando todo lo que hablábamos soltándonos de inmediato… “Hermanos, hermanos, Dios existe por sobre de todas las cosas pero por debajo de él los hijos de la luz y los hijos de las tinieblas se mueven en constante lucha entre sí. No está de sobra decirles que al final la luz del Señor habrá de imponerse habrá de triunfar… ¡Alabado sea el Señor!”

Todo iba a quedar ahí pero no faltó “el huachicol” de don Lauro diciéndoles a “los hermanos”.

¿Ah, sí?, ¿en constante lucha entre sí? 

−Sí, le contestaron, así es hermano…

−Y, me podrían decir <les espetó don Lauro>, me podrían decir… ¿quiénes van ganando? ¡No me vayan a salir con que van ganando los hijos de la luz porque ni porque estoy como estoy se los voy a creer! ¿Verdad que no, verdad que van ganando los otros…?

Todos nos quedamos callados…

Nos leemos en la que sigue, digo; si es que…