Rodolfo Sánchez, artesano de Metepec, gana Premio Nacional de la Cerámica 2019 (segunda y final)
Guillermo Romero Zarazúa
– Rodolfo, el Premio Nacional de la Cerámica, es un incentivo a seguir produciendo y seguir haciendo las cosas bien. ¿Hay topes, hay máximos? ¿Vas por otro premio?
Yo creo que esa es la motivación que te da ese tipo de premios. O sea, no estancarse, sino seguir experimentando; esto del barro es experimental, tratar de innovar más que nada. No estancarse con lo tradicional, que es parte de lo que hacemos, ¡no!, si mezclamos lo tradicional con la innovación obtenemos nuevos resultados, y este tipo de premios son una motivación y un parteaguas.
-Rodolfo, ¿los ganadores tienen tiempo para investigar, su economía se los permite?
No, no, esa es la parte que hace mucha falta aquí; apoyos para que podamos tener algún centro de investigación que nos pudieran ofrecer las autoridades, porque si nosotros nos dedicáramos a investigar, pues no trabajamos y entonces de qué comemos; tenemos familia y tenemos que mantenerla, y entonces nos dedicamos a una cosa u otra. Entonces, lo aprendido aquí, es a base de experimentar, nada más, sobre la marcha de la chamba que se tiene que entregar se va experimentando. O, sea, realmente, algo así como profesional, no, no lo hay.
-¿Y qué tal una beca?, se tendría que abrir una beca para el espacio exclusivo de artesanos, para investigar, para incentivar la investigación, ¿no crees?
Suena muy bonito, pero, realmente no existe. Hay una escuela nacional de la cerámica, que se ha encargado de traer maestros de China, de Alemania. Ellos becan a ciertos artesanos, dos, tres artesanos, lo demás, es inscribirse, ¿no?, es lo que yo sé de esa escuela. Y ellos me becaron para poder estar en un taller de los hornos libres de humo, que es el quemado con leña, pero es libre de humo. Y estuve con ellos, de hecho se realizó aquí, en el centro artesanal, casi veinte días con ellos. Se aprende demasiado. Es lo que hace falta aquí, ese tipo de apoyos, para aprender y poder hacer mejores piezas, mejores resultados, o sea, todo es bueno.
-Ustedes están quemando… ¿a cuántos grados?, ¿no es cerámica de alta temperatura?
No, todo es baja temperatura, aquí. A lo máximo que llegamos es a 900 grados, es lo máximo. Aquí es baja temperatura, lo que se realiza aquí, es de 900 grados hacia abajo, hasta 600.
-Rodolfo, ¿aparte de tu producción realizas piezas para concurso?
Ahorita tengo unos pedidos que entregar; realicé una miniatura para un concurso, ahorita estoy horneando esa pieza, y mi sobrino vino también a hornear su pieza, que es un árbol de un metro, también para un concurso, es lo que estamos realizando ahorita.
-Rodolfo, siempre y cuando haya equilibrio, ¿estarías dispuesto a dar talleres, cursos, pláticas sobre producción de barro?
Sí, sí estoy dispuesto a eso. Porque a veces hay mucha gente de aquí de Metepec y de muchos lugares que sabe demasiado; entonces, creo que sería de ayuda el poderlos como explotar, pero a cambio de que también se les diera un incentivo económico para que esto no se perdiera, y aparte ayuda al artesano también a difundir sus conocimientos, y económicamente también nos ayuda.
-Pero para eso está el espacio del artesano, ¿no?
Fomento y desarrollo artesanal, pero en realidad no funciona como tal, hacen falta demasiadas cosas ahí, no hay gente capacitada para poder brindarnos lo que nosotros necesitamos.
-Rodolfo, pero es un espacio donde se podría experimentar, digo, en el caso de quemas, y demás materiales, ¿no?
Claro, ese centro, yo creo que hace falta explotarlo al máximo, porque es una instalación a la que no se le da el uso adecuado. Entonces, sí hace falta tener gente capacitada ahí para que se pudiera explotar al máximo y dar ese tipo de talleres. Desde decorado, hasta vidriado sin plomo, nuevas técnicas, nuevos barros, sí, hay mucho quehacer ahí; y ahí está, totalmente abandonado ese espacio.
-Rodolfo, muchas gracias, ¿algo que quieras agregar?
Pues, a mí lo que me gustaría es, que hubiera una escuela aquí en Metepec, para los artesanos, para que los artesanos con experiencia impartieran esos talleres, y que se les diera un incentivo; que a la vez, los chavos de ahora se metieran para aprender y perfeccionaran sus técnicas. Muchos chavos están en la onda, haciendo cosas buenas, digo. Me gusta que muchos adolescentes ya estén realizando piezas de buena calidad. Eso es bueno, pero estaría mejor si tuvieran más apoyo para aprender más cosas, terminó.

