¡Sting en el “Mar de Ana”!
¿Cómo está tu corazón?
¿Cómo está tu ser interno?
¿Cómo está el externo?
¡Amore mío!, voy de compras a la barata de palabras obscenas de domingo antes de la tormenta de mayo, sólo para nutrir mi basto inframundo, y no olvidar, que la maldad surte suculentas ofertas a quienes escogieron ello, para saciar sus infames trastornos y traumas infantiles en plena adultez.
¡El mundo, la humanidad amor, saciándose!
¿Para qué sirven esas palabras, amor?
¡Para no usarlas con los nuestros! Para saber que existe un proceso cognitivo dialéctico pedagógico sano, positivo, con altos grados de sensual amor, tácita savia de la sabia del manantial de tu dulce ser, para sublevarse en cibernético conocimiento.
¡Nostalgia pura; pura nostalgia!
Amor, te confieso haber estallado en éxtasis tras leer en su año la canción de Sting, la que sin ella, la película de “El perfecto asesino” (“Leon”, título original de 1994) del locuaz francés Luc Besson, no tendría la misma fuerza.
Estamos hablando de la maravillosa rola ‘Shape of My Heart’, incluida en el discazo “Ten Summoner’s Tales” (1993), del bajista, cantante, compositor inglés Sting, otrora cuatro cuerdas de la inolvidable banda The Police, trío rock del rock, del que hemos cantado hasta saciarnos en nuestro loft de adobe metepequense.
En este momento del día amor, estoy en el “Mar de Ana”, jovial dulce manantial trasatlántico, cuyo nombre de embrujo maremoto, me protege al máximo. Mientras navego en la natural incertidumbre de la savia sabia entrepierna de su entidad, ¡cual náufrago de eterna esperanza!, canto al oído del nacido para sentirme trascendido.
¡Amor!, ya vuelvo. Voy de compras a la sección-departamento de Retórica Cuántica Cosmogónica, Didáctico Pedagógica de la República de las Letras Mexicanas, por si hay surtido rico. Espero la tienda no esté cerrada por derribo, o por remodelación, o tal vez, cambio de propietario.
¡Amor!, limpio mis acreditaciones de los conciertos de Sting, como solista y como parte de The Police. Mi conmovido corazón recuerda muchos pequeños detalles de cada recital, en el que este psicoemotivo momento histórico, de su #ServibaryAmigo #DandyperoPunk #ElCinicoMayor Félix Morriña, ve cómo las letras conviven entre sí y solas ponen orden, sin que yo intervenga, cual mandato divino.
Mi barajado futuro inmediato amoroso está feliz signado. Me despido, escuchando el sentido cantar de una bella mujer, cual mezcla de Tlanchana y Malinche, acompañando la sagrada escritura de este #ServibaryAmigo #DandyperoPunk #ElCinicoMayor Félix Morriña.
Recuerden: ¡Nos buscamos, nos vemos, nos escuchamos, nos entendemos!
Sting: ‘Shape of My Heart’, incluida en el discazo “Ten Summoner’s Tales” (1993):
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