Yucatán y la usura sinuosa
Cristóbal León Campos / Rebelión
El próximo informe de gobierno de Mauricio Vila reflejará el grado sinuoso del cinismo mediático, pues además de los clásicos números alegres que suelen presumirse en esos actos, escucharemos las tradicionales frases del poder que buscan hacernos creer que vamos mejor, aunque en los hogares yucatecos la incertidumbre crezca y se multiplique. No hay que ser experto para saber que palabras como “desarrollo”, “austeridad”, “progreso”, “bienestar” y más, serán enfatizadas a lo largo del informe, pero en los hechos, esas palabras no pasarán de ser conceptos abstractos en una realidad muy diferente.
¿Presentará el gobernador una propuesta real y cabal para dar empleo a los miles de ciudadanos que su gobierno ha arrojado a la calle violando sus derechos laborales y vulnerando el bienestar social de Yucatán? ¿Informará cuáles son las medidas (reales y no eufemismos) que se tomarán para revertir el daño económico que significa el aumento a impuestos y el incremento en servicios que los diputados bajo sus órdenes han votado? ¿Dará a conocer las verdaderas medidas de “austeridad” que implementa y no la simulación discursiva de la foto y el halago auto-promulgado o dicho de forma que los tecnócratas lo entiendan (pues suelen leer poco y comprender menos), anunciará recortes en los salarios de funcionarios, directivos, diputados y en los gatos de lujo que él y otros gozan? ¿Escucharemos el anuncio de que ha decidido el gobernador Mauricio Vila reducirse el sueldo de por los menos $140,000 que gana al mes muy por encima de los $108,000 mensuales del Presidente Andrés Manuel López Obrador? ¿Dejará el gobernador de violar la ley dirigida a los servidores públicos que establece que no pueden ganar más que el mandatario de la República? ¿Anunciará la cancelación de sus viajes con cargo al erario público al extranjero y destinará ese dinero a programas sociales? Dudas, muchas dudas, cuyas respuestas conocemos en su mayoría, la simulación establecida en Yucatán hará gala de desmedida desvergüenza.
En días pasados, el presidente del Comité Directivo Estatal del Partido de Acción Nacional (PAN), Asís Cano Cetina, salió a declarar furibundo más mentiras sobre el supuesto “recorte” en el recurso federal destinado a Yucatán, en su alegato inocuo, además de atropellos verbales contra la dirigencia local de Morena, el blanquiazul dejó en evidencia lo que su partido concibe para el Estado, pues cuando pretendió explicar la naturaleza de la utilización del presupuesto por el gobierno estatal, aseguró que con ese presupuesto buscan no arriesgar lo que verdaderamente importa, y así, ante los hechos está claro lo que importa al gobierno de Yucatán; llevar a cabo aumentos de impuestos y servicios; gastar el erario público en obras innecesarias como la repavimentación de las calles de prolongación Montejo y otras; usar millones de pesos en la ampliación del Centro de Convenciones del Siglo XXI sin importar que esos millones pudieron ser usados para desarrollar programas sociales, y sobre todo, para mantener empleados a los miles de personadas despedidas desde el inicio del gobierno actual del Estado. ¿A quién realmente le parece más importante una calle repavimentada que la seguridad social de miles de familias? En los hechos resulta evidente el desprecio al pueblo, ¿cómo pueden hablar de no querer perder lo que verdaderamente importa mientras saquean el erario, empobrecen a las familias, incrementan el desempleo, violan los derechos laborales y humanos, engañan con campañas de desinformación y benefician a empresas privadas con esas obras que realizan cuyo goce final será únicamente para quienes tienen niveles económicos elevados?