50 años del Paseo Tolocan
Existencia, resistencia y persistencia
**“Toluca es la provincia y la provincia es la patria”
Texto y foto: Juan Enríquez Gómez
El Paseo Tolocan recientemente cumplió 50 años de comunicar a Toluca con la capital del país, esta obra diseñada por el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez y construida en el antiguo camino real hacia la Ciudad de México, se inició el 23 de octubre de 1973 y contaba con 10 kilómetros de recorrido en línea recta del municipio de San Mateo Atenco a la entrada de nuestra ciudad. El poco celebrado paseo cuenta con un arco de estilo neobarroco que da la bienvenida al oriente con la frase: “Toluca es la provincia y la provincia es la patria”, en la cara poniente el lema que nos identifica a los toluqueños “Somos brazo que lucha y espíritu que crea”.
Actualmente, con sus 13.6 kilómetros de recorrido, cuenta con distinguidos monumentos como el dedicado a Emiliano Zapata montando un imponente caballo, una de las esculturas más grandes de toda la República Mexicana en su tipo. Al Paseo Tolocan también lo adornan dos terraplenes de tezontle, rehiletes de cantera rosa, tlanchanas y caballos parados en dos patas, obra de la escultora Ángela Gurría. Hace algunos años a la entrada de Toluca se encontraban unos caballos de hierro, obra del escultor Fernando Cano, en la actualidad se desconoce su paradero.
Destaca también la señalética de concreto de grandes proporciones en los cruces principales de la vía del tren y que en otros tiempos fuera de pasajeros rumbo a la Ciudad de México pasando por Lerma, Ocoyoacac, La Marquesa, Huixquilucan, Dos Ríos y hacia la estación de Buenavista; ahora el tren solo da servicio a las empresas apostadas en sus laterales; desafortunadamente, en varias ocasiones, no respetar su paso ha ocasionado la pérdida de vidas humanas y diversos daños materiales.
A finales del siglo pasado destacó un monumento dedicado al dios Tolo, la puerta Tolotzin, integrado por columnas de concreto que formaban un reloj solar y mal llamada las jirafas por la similitud con esta especie y que fue retirado con motivo de la creación de las Torres Bicentenario para honrar los 200 años de la Independencia de nuestro país, inaugurado la noche del 15 septiembre 2010.
Con sus cinco décadas, este eje vial da la bienvenida a la ciudad donde grandes personalidades han recorrido este paseo destacando el expresidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en el auto más seguro del mundo conocido como “la Bestia”, en el año 2014. También un nombrado rey brasileño se trasladó por esta vialidad, Edson Arantes Do Nacimiento Pelé, en una de varias ocasiones recibido en Toluca con motivo de la universiada que se realizó en el estadio “Alberto Chivo Córdoba” sede de este encuentro deportivo que reunió a los mejores deportistas universitarios del país y tuvo de sede a la Universidad Autónoma del Estado de México.
En el año de 1966, Pelé visitó nuestra cuidad por primera vez para el encuentro de futbol Toluca contra Santos de Brasil, la segunda ocasión para el mundial de 1970 acompañado de la selección de Brasil y tuvo su campo de entrenamiento en una de las empresas apostadas en la lateral del Paseo Tolocan, la VAM (Vehículos Automotores Mexicanos) ya desaparecida y ahora es una empresa de frituras donde a la postre, la selección brasileña resultó campeona de este mundial.
Este importante paseo se engalana con numerosos ejemplares de árboles de la especie de sauce llorón durante su recorrido y que en varias ocasiones ha sido atacada por el gusano defoliador, ante la indiferencia de las autoridades estatales y municipales causando grandes daños a su hermoso follaje.
Los legendarios árboles del Paseo Tolocan han sufrido pérdidas considerables, fue en junio de 2017 que en su defensa se realizó una movilización ciudadana cuando se dio a conocer la intervención de los camellones y cercenar tan importante vía de acceso para poder realizar un retorno que favorecía a la plaza comercial vecina, Galerías Toluca.
La tala anunciada incluía una especie de cedro blanco que sufrió hace seis años una tala pretendiendo un ecocidio a más de 20 árboles de esta especie, esta acción provocó la reacción de varios colectivos ecologistas que de inmediato se manifestaron en contra de la construcción de una vía de acceso a la plaza comercial sin consultar a la ciudadanía; allí se reunieron escritores, músicos, periodistas, niños y adultos que se congregaron para abrazar a los árboles como resistencia para evitar su tala, y hasta se organizaron jornadas culturales durante varios días. Destacó la presentación de Paco Barrios “El Mastuerzo” integrante del grupo Botellita de Jerez, con un concierto gratuito en apoyo a los manifestantes; también se hizo presente Gerardo Fernández Noroña, entre otros, que se unieron al llamado del colectivo Abracemos Tolocan, aunque al final de varios días surgió el rumor de un violento desalojo a quienes decidieron permanecer fuera de lo estipulado, se cumplió el objetivo de evitar modificar esta obra urbana poco apreciada.
El Paseo Tolocan cuenta también con una ciclovía de gran utilidad que, sin duda, destaca en nuestro país y que año con año en el mes de febrero recibe a más de 27 mil feligreses que inician una espectacular procesión de fe y esperanza hacia la Basílica de Guadalupe. También resalta una caravana multicolor de ciclistas procedentes de varios municipios del Estado de México que hacen su recorrido hacia la Ciudad de México. A inicios del mes de agosto devotos del vecino estado de Michoacán inician su recorrido por nuestra ciudad de una impresionante presencia de mujeres provenientes del municipio de Zitácuaro en su peregrinar teniendo el mismo destino, la capital del país.
Durante sus primeros 50 años esta importante vía, en sus laterales, ha testificado la transformación de grandes empresas automotrices, de alimentos, hospitales, instituciones públicas y privadas, farmacéuticas, de hotelería y de materiales de construcción, etcétera, que con el paso del tiempo modifican y alteran el entorno.
El majestuoso Xinantécatl, eterno vigilante del Paseo Tolocan, se une a este bello paisaje donde miles de personas transitan día con día teniendo encuentros de encanto y desencanto con innumerables historias de amor, tragedia, frustración y dolor, lo permanente aún se escucha con el paso del tren. Así de grande es el paseo que cumple 50 años.