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Con paro en Plásticos Italianos de Toluca, obreros exhiben condiciones laborales indignantes

Carlos Pérez/todoencontra.mx

Jornadas laborales de 12 horas, riesgos de trabajo cotidiano, nulo pago de utilidades, descuentos irregulares son algunas de las múltiples denuncias de obreros de la fábrica de Plásticos Italianos S.A. de C.V. que se expresaron durante un paro de labores realizado este lunes.

Desde minutos antes de las 5 de la mañana trabajadoras y trabajadores del primer turno se comenzaron a concentrar a las afueras de la empresa ubicada en el Parque industrial 2000 de Toluca. Como lo habían acordado previamente, la gran mayoría se fue sumando a la concentración, aunque algunos decidieron dar la espalda a sus compañeros e ingresar a laborar.

El principal motivo del paro de cerca de 400 trabajadores fue la falta de pago de utilidades 2023, pues de acuerdo con lo que la empresa les informó no existieron ganancias en el año.

¿Cómo no van a tener ganancias?  Se cuestionaban los trabajadores a lo largo del día, mientras sus representantes sindicales sostenían un diálogo con la empresa. A las 15 horas el segundo turno empezó a llegar a laborar, sin embargo fueron abordados por el turno matutino y nuevamente en su mayoría se sumaron a la exigencia.

“Durante 20 años no ha dado utilidades, pensamos o casi estamos seguros de que maquillan sus cuentas, sus nóminas y los impuestos los maquillan”  expresó uno de los trabajadores, mientras se acercaban otros trabajadores, con la intención de explicar la situación.

“Ganancias si hay, vemos que constantemente cambian de carros, llevan maquinaria muy seguido, moldes (…) es esta nuestra principal inconformidad“, señalaron mientras realizaban una estimación de los montos en mercancías que a diario generan y promedian cercar de 4 millones de pesos en productos de limpieza que también son exportados.

En una de las ventanas de Plásticos Italianos se observan algunos de los productos de limpieza que se producen.

A las 16 30 horas la comisión sindical salió para expresar los “avances” en las negociaciones, la propuesta de la empresa fue aumentar una gratificación mensual de 140 a 170 pesos, un planteamiento que fue rechazado por la gran mayoría.

“No es utilidad es un bono que nos están dando y nos lo están pagando en 140 pesos mensual,  ahorita nos lo subió a 170 pues no es nada, o sea, es muy poquito, es casi una burla” expresaron.

La comisión sindical retomó la mesa de diálogo, comió con los patrones y luego de una espera de dos horas, salió para anunciar que la empresa había dado un último ofrecimiento de aumentar el bono mensual en 175 pesos, pagar el día a los trabajadores y  una sutil amenaza de que a partir de la siguiente falta colectiva comenzaría a contabilizar las inasistencias y a dar de baja a los empleados tras cumplirse cuatro faltas en 30 días.

Además la comisión añadió que el ofrecimiento no sería firmado por la empresa ya que eso le traería problemas fiscales pues tendría que comprobar de donde sacarán el recurso extra que les pagarán los empleados, por esta razón explicaron que el acuerdo sería de palabra y el próximo miércoles les estarían detallando si aplicará por antigüedad o por bono.

La respuesta de la mayoría de los trabajadores era de rechazo al ofrecimiento, sin embargo, poco a poco los representantes sindicales insistieron en levantar el paro y reunir evidencias para tener una “exigencia más fundamentada” y entonces poner a consideración la violación al contrato colectivo.

De esta manera a las 18: 40 horas los trabajadores empezaron a retirarse y prepararse para una nueva jornada extenuante y llena de riesgos.

Las denuncias

Pese a que el principal motivo del paro fueron las utilidades, otras condiciones indignantes de trabajo salieron a la luz, “trabajamos jornadas de 12 horas, pero prácticamente vía nómina nada más nos pagan 8 horas, lo demás es en efectivo, por eso también creemos que en ese sentido evaden impuestos”.

Y es que dado que su contrato establece que la empresa podrá solicitarle a los trabajadores horas extra cuando lo requiera, los empleados son obligados a trabajar 12 horas durante siete días a la semana, con descansos que van de 30 a 45 minutos. Además la empresa ofrece trabajar 12 horas más durante el domingo, pagándolas al doble.

De esta manera el salario más bajo de Ayudante es pagado vía nómina en 185 pesos al día y recibe un aproximado de 167 pesos más en efectivo, por las cuatro horas extra que realiza seis días a la semana.

Las irregularidades no terminan, pues las denuncias recabadas por Todo en Contra detallan que existen condiciones laborales que han derivado en la perdida de dedos, además de fracturas y otras lesiones constantes sin que se tomen medidas por parte de la empresa.

A esto se suman negativas para tomar vacaciones y descuentos sin justificación, condiciones que en su conjunto estarían violando múltiples disposiciones establecidas en la ley.

¿Quiénes son los responsables?

De acuerdo con el Registro Público del Comercio la empresa es propiedad de Stefano Crivelli Galloni  en un 80% de las acciones y de Rossana Virginia Crivelli Galloni en un 20%.

Pese a no reportar ganancias con sus trabajadores en 2020, en plena pandemia, Plásticos Italianos inició la construcción de una nueva planta dentro del mismo parque con una superficie mayor a los 10 mil metros cuadrados. Además durante toda la cuarentena la planta donde se realizó el paro no se detuvo.

Ese mismo año Plásticos Italianos se benefició de un contrato millonario por adjudicación directa de parte del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), que le pagó 2 millones 397 mil pesos, por la compra de miles cubetas.

¿Complicidad del Sindicato?

Las y los obreros de Plásticos Italianos están afiliados al  Sindicato Progresista de Trabajadores de la Industria Metálica, del Plástico, del Vidrio, similares y conexos, de la República Mexicana.

Un sindicato que aglutina también a personal de las empresas ECAP» S.A. DE C.V.”, «Hasbro» S de R L de CV” y «Navistar Mexico» S de RL de CV».

A decir de los trabajadores consultados se trata de un sindicato blanco, es decir formado y manejado principalmente por la patronal; una condición que estaría vinculada con la aceptación de violaciones al contrato colectivo y condiciones laborales que violentan la ley Federal del Trabajo desde hace años.