El coronavirus

Héctor Jiménez Landa

El problema de la pandemia derivada del virus del Covid-19o Coronavirus ha golpeado a todo el mundo, dejando muertos en casi todos los países. Algunos de ellos han tomado medidas drásticas cerrando fronteras, prohibiendo la llegada de aviones provenientes de Europa a sus países, haciendo cuarentenas obligatorias para toda la población, multas a las personas que salgan de sus casas, etc.

En México no ha pasado esto, las autoridades confían que las medidas que están tomando serán más que suficiente para poder enfrentar al virus que día con día en algunos países sigue causando estragos. No sé realmente en qué se basen, pues el mundo entero está vuelto loco con el Covid-19  y nuestros gobernantes se ven serenos, tranquilos, como si tuvieran una bolita mágica donde ven que a nuestro pueblo no le pasará nada. Podemos también escuchar al presidente de la República que si el escudo protector contra el virus es el “Detente”, que equivale a la honestidad u otras ideas inverosímiles que constantemente nos expresa.  

Tenemos además un problema muy serio y diferente a los que pueden tener  muchas otras  naciones del mundo, lo que favorece al famoso virus:  somos más de 120 millones de habitantes, y de ellos, 60 millones son pobres, los cuales no tienen muchas alternativas para poder sobrevivir al contagio del Coronavirus, pues simplemente en la Ciudad de México diariamente se transportan mas de cinco millones de personas en el sistema de transporte colectivo Metro; lo hacen así porque no tienen otra alternativa, no hay para más. El subsecretario de Salud recomienda que se tenga una separación de metro y medio entre una persona y otra, algo que es imposible en los sistemas de transporte de todo el país. 

Tanto en la capital, como en el resto de los estados del país, abunda la gente de bajos recursos que no pueden dejar de presentarse a sus trabajos, no pueden dejar de ir al mercado, a los tianguis, a la central de abastos, etc., en donde existe un alto riesgo de poder contraer el virus. 

Aunado a lo antes mencionado, estamos saturados de información en las redes sociales que regularmente son mentiras—desde recibir un mensaje donde prohíben el tomar algún tipo de medicina, aseverando que el Dr. “X” lo dijo, cuando a lo mejor ni siquiera existe ese galeno—, como recibir información de lo que están haciendo las autoridades, es impresionante que en pocos minutos uno se llena de cualquier cantidad de información que lo único que hace es sembrar más dudas y propiciar que la gente entre en pánico. 

No es la primera vez que los mexicanos nos enfrentamos a tragedias; han ocurrido varios terremotos, entre otros los de 1995 y 2017, los huracanes “Gilberto” y “Paulina”;   accidentes del Metro, accidentes masivos de autos, de autobuses, explosiones como la de San Juan Ixhuatepec en 1984, de ductos petroleros en 2019,  etc., pero por alguna razón, es cuando todos los mexicanos demostramos unión, solidaridad, ayuda incondicional a quien la necesite, sin importar la clase social, religiones, afinidad partidaria o sexo. En los momentos de las tragedias, ahí estamos juntos.   

Tampoco es la primera vez que pudiéramos sentir que nuestros gobernantes no están a la altura del problema, que no toman las decisiones que quisiéramos, que no actúan como en otros países, en resumidas cuentas que no hacen nada.  

Considero que como mexicanos, es momento de dejarnos de tonterías; si alguien tiene alguna duda sobre qué hacer en cuestión de salud, simplemente debe informarse a través de la  OMS (Organización Mundial de la  Salud), que proporciona información actualizada, veraz y fehaciente acerca de qué medicinas se deben o no tomar, qué hacer en caso de emergencia, de síntomas de la enfermedad, y no andar siguiendo las redes sociales que solamente hacen que la gente tenga más dudas.

Ya estuvo bien de criticar al gobierno y ver si hace bien o no. El problema que se viene es mucho más grave del que se puede uno imaginar; por un lado la manera en que estamos reaccionando contra el Covid-19,y por otro lado el problema económico del país, el cual si de por sí está mal, aunado a esta crisis mundial, con  un tipo de cambio nunca antes visto por arriba de los 23 pesos por dólar, un precio en el barril del petróleo por debajo de los 20 dólares, los abusos de algunos comerciantes y empresarios, el desempleo y la inseguridad… difícilmente podremos salir adelante en un corto o mediano plazo.  

A muchos les podrá parecer que las autoridades están haciendo las cosas bien, a otros no, pero no por ello  debemos  detenernos, no tenemos que fijarnos en ello,  necesitamos  tomar medidas propias. Si en otros países ha funcionado el encierro total, lo debemos hacer, no quejarnos si nos quedamos en casa por mucho tiempo; se deben tomar medidas que sólo nosotros, como mexicanos  —que siempre estamos y estaremos unidos—, podremos emprender para salir adelante de este mal mundial. Si creemos que nuestras autoridades nos van a sacar de este hoyo, estamos muy equivocados, aunque ellos quisieran, están rebasados, todo el mundo está rebasado, pues ¿quién va a tener hospitales, medicinas, doctores, de “reserva”, para cuando suceda una tragedia? Dejemos de criticar, unámonos todos, tomemos en cuenta lo que se ha hecho en otros países para ganarle poco a poco la batalla al virus. 

El Covid-19no es un juego, aunque el índice de mortandad generada por el virus no es muy elevado como otras enfermedades, sí es muy fácil el contagio. No hagamos caso a todo lo que se dice en las redes sociales, pero sí a las autoridades, y consideremos que sus recomendaciones son coherentes y acertadas. Juntos, todos los mexicanos,  como siempre, podemos salir adelante.