Estudiantes y académicos de la UAEM ganaron Premio de la Asociación Mexicana de Farmacovigilancia

  • El estudiante Raúl Gerardo Haro Díaz, los académicos Jonnathan Santillán Benítez y Leobardo Manuel Gómez Oliván y el especialista del ISSEMyM, Saúl Campos Gómez, identificaron el medicamento más seguro, eficaz y asequible para el tratamiento del cáncer renal.

Toluca, Méx. – 04 de noviembre de 2019. La Asociación Mexicana de Farmacovigilancia reconoció con el Premio Carmen Becerril Martínez a estudiantes y académicos de la Universidad Autónoma del Estado de México, quienes realizaron la evaluación de cinco medicamentos para el tratamiento de cáncer renal e identificaron el más seguro y eficaz para incrementar la calidad de vida del paciente, además de asegurar un ahorro de hasta 100 mil pesos.

            Mediante esta distinción, que se entregó por primera vez, se reconoció al estudiante de la Maestría de Ciencias y Tecnologías Farmacéuticas, Raúl Gerardo Haro Díaz, a los académicos de la Facultad de Química de la UAEM, Jonnathan Santillán Benítez y Leobardo Manuel Gómez Oliván, y al especialista del Centro Oncológico del ISSEMyM, Saúl Campos Gómez.       

El estudio, presentado en el marco del XIII Congreso Nacional de Fármaco y Tecnovigilancia, organizado por dicha asociación, identificó el medicamento que permite reducir los costos para las instituciones de salud y, sobre todo, el que registró 615 días de supervivencia sin progresión, es decir, el tiempo que el paciente sobrevive sin signos de la enfermedad fue equivalente a más de un año. 

El trabajo, desarrollado por los universitarios en conjunto con el Centro Oncológico del ISSEMyM, será publicado en la revista científica Latin American Journal of Clinical Sciences and Medical Technology. Consistió en realizar el seguimiento clínico a 51 personas –21 mujeres y 30 hombres– con un promedio de edad de 57 años y que padecían carcinoma en células renales en etapa terminal.

Los universitarios destacaron que el objetivo principal de este estudio fue la valoración e identificación del medicamento que implicara los menores efectos adversos a la salud y que fuera asequible, pues este tipo de tratamiento se ubican entre los más onerosos para la atención del cáncer.

Este trabajo, en revisión para su publicación en el International Journal of Pharmacological Sciences, permite un avance importante en materia de farmacovigilancia, área aún incipiente en el país, pero de amplio beneficio para las instituciones encargadas de atender los padecimientos.

            Asimismo, demuestra el eminente enfoque social de los estudios farmacéuticos, como puente entre los médicos y los pacientes, a fin de hacer más eficientes los tratamientos.