La espera terminó Beth “Gambito de Dama” Harmon

SILENCIOS ESTEREOFÓNICOS

Félix Morriña

“¡Queremos muchos 

Señor Shaibel en la vida!”

La espera termino Beth Harmon. Llegó la hora de la partida. Aguardé muchos días hasta que llegara la primera fría lluvia en el helado altiplano mexiquense. El grisáceo cielo oculta al Xinantécatl, Nevado de Toluca. A dos mil 600 metros sobre el nivel del mar me preparé para este momento. Es hasta hora que puedo sostenerte la mirada antes de que empieces a destrozarme con tus gambetas cuadriculares, en ese tablero representativo del cosmos en la tierra, en la matemática pura. 

Durante mi turno, deslizo la primera pieza con figura hecha de manera fina, con adornos fusionados en hueso humano y mármol para rendirte honores y soltarte sin más: Beth Harmon, ¿puede usted ayudarme a contar mi vida con jugadas y partidas que me permitan visualizar cómo terminará mi existencia de no meditar cada paso?

Debe usted saber que no es una entrevista, mientras anuncio mi anticipada derrota, porque lo que está publicado a lo largo de mi vida periodística, por este #ServibaryAmigo #DandyperoPunk #ElCinicoMayor, es lo que los medios de comunicación en los que colaboro, alcanzan a dar a conocer. La verdad, es que a lo largo de mi existencia, me he acercado a todos ustedes, genios de la humanidad, para pedirles consejo para mantenerme vivo, para sobrevivir y poder seguir contando la historia que me toca en mi momento histórico.

Gracias a que he sabido mover las piezas con la natural estrategia requerida, logré sentarme ante usted Beth Harmon. Gambetee todas, y ahora que me toca turno entro en shock. Para brincarla, cambio de estrategia, pongo la pieza “Venus” de la banda neerlandesa Shocking Blue, para sacar ventaja y hacerte bailar, beber y tomar pastillas, tal y como lo hiciste en la escena que me hizo identificarme contigo en el mundo de la incomprensión de la genialidad. Ambos estamos en trance con los excesos a cuestas, nos movemos como la hermosísima Mariska Vares, cantante del cuarteto bomba internacional de principios de los 70, y decidimos juntos, que la icónica Uma Thurman aplaudiría tu baile con lata de cerveza en mano izquierda, tras marcar ese paso en la memoria colectiva, como ella hiciera en “Pulp Fiction” de Quentin Tarantino.

Logro distraerte una vez más Miss Harmon para prolongar mi agonía. Te propongo que la pieza de la Reina sea la figura de mi amada Elisa Carrillo en primera posición, en homenaje a la danza clásica, a la primera mujer mexicana en ser la “Nóbel de la Danza” y para honrar al Día Internacional de la Mujer. Me miras con profundidad, meditas mis palabras, te pones en posición de ataque con la actitud-aptitud de diva y me dices que te saque a bailar “Along Comes Mary” de The Association, porque no puedes esperar más en quitarte la incómoda ropa y deslizar tu cuerpo con la inteligencia de la campeona del mundo en ajedrez. Me miras como la mujer que comprende al hombre que se ha buscado la vida, entiendes sus excesos, su pasado, su comportamiento. Con tu mirada me dices qué debo hacer: ¡lo mismo que yo!

Como tú Beth “Gambito de Dama” Harmon, agradecí a todos los que me han ayudado a llegar hasta aquí, fui a rendir pleitesía a mi Señor Shaibel, al tutor, al master blaster & caster, pese al duro y dolido crecimiento y enseñanza. Ese hombre cumple años el 8 de marzo. Destapo una de las botellas que tienes en la mesa y sirvo tres copas, las nuestras y la tercera para brindar por los Señor Shaibel, por esos hombres que tanta falta hacen en esta vida. No importaron los azotes emocionales, hay hombre de bien. 

Harmon, deme las tres de ese porro antes de contarte que me encantó la manera en la que interpretaste la ficticia historia de la novela “Gambito de Dama” de Walter Travis, escrita en 1983, convertida en miniserie dramática de siete capítulos por Scott Frank y Allan Scott. Me fascinó cuando estuviste en México enfrentándote al ruso. Perdimos esa vez. No sólo la partida, sino a vuestra madre postiza, la que te adoptó y la mayor cómplice. Tus grandes ojos vieron nuestro Palacio de Mármol, el Palacio de Bellas Artes, y te prometí que la figura de la Reina la verías sobre ese único escenario en el mundo encarnada en Elisa Carrillo.

Gracias Beth Harmon por mostrarme también tu intimidad, por enseñarnos tu aprendizaje amoroso, tu sentir. Tiemblo al saber que mi tiempo se está acabando en esta fallida partida en la que gano todo perdiendo. No importa, somos transitorios, lo que importa es lo que dejamos de aprendizaje aplicado. ¡Brindo Miss Harmon, sigamos disfrutando la fiesta de las neuronas!

Gracias bella Anya Taylor-Joy por prestarle tu genuino talento argentino británico estadounidense a la glamurosa Beth Harmon, tan hermosa como usted. Cada vez que pienso en ella, siento la excitación intelectual, en el masajeo de hormonas con cada pieza del tablero de ajedrez que mueves. Sin ti, no hubiera escrito esto, sin usted laureada y galardona mujer de Globos de Oro, no hubiera regresado pronto a la escritura por tratar de saldar deudas pandémicas. Gracias por enviarme esos mensajes consejos telepáticos desde tu mirada para recordar que nunca estás solo y que debes recordar que debes disfrutar al máximo tu vida, pese a la incertidumbre y los inmisericordes momentos amargos.

Recuerda siempre: ¡Nos buscamos, nos vemos, nos escuchamos, nos entendemos!

¡Beth Harmon, te amo! 

“Venus” de Shoking Blue:

https://www.youtube.com/watch?v=pSEnzwTOktU…

“Along Comes Mary” de The Association:

https://www.youtube.com/watch?v=P0iGWo5boUQ…

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