La Junta incumple a Temoaya con la conclusión de la carretera Ceremonial Otomí

Texto y fotos: José Ángel Gutiérrez

**Los trabajos de reencarpetamiento culminaron entre San Pedro Arriba, sexta sección,  y el acceso al parque, aunque queda la incomodidad en el resto de la vialidad, hasta la cabecera municipal

Temoaya, Méx.- Aunque ahora disfruta de un tramo culminado, el municipio de Temoaya no cantó victoria total con la carretera Centro Ceremonial Otomí, cuyo reencarpetamiento no incluyó tramo completo desde la cabecera municipal por parte de la Junta Local de Caminos.

Punto Estado de México verificó que el reencarpetado abarcó desde la entrada al parque Centro Ceremonial Otomí, destino principal de la vía, hasta la comunidad de San Pedro Arriba, sexta sección, a la altura del ingreso a Jiquipilco El Viejo.

Personal de la Junta Local de Caminos, en conjunto con sus pares del ayuntamiento local, aplicaron mezcla asfáltica y gravilla, así la preparación del terreno, en un tramo de alrededor de 15 kilómetros en la zona de curvas.

A partir de la sexta sesión se circula cómodamente en la nueva cinta asfáltica, tanto en dirección al parque como hacia la cabecera temoayense, ya sin la presencia de topes ni de la maquinaria que solía estacionarse a los costados.

Sin embargo, a partir de la quinta sección de San Pedro Arriba, varios topes cambian el entorno, lo que obliga a disminuir velocidad y circular con más precaución ante la presencia de viviendas, negocios y peatones.

También hay un cambio de color en el asfalto nuevo, que contrasta con el tramo mayor no reparado, cuya culminación no será posible, porque en el resto sólo se resanó el “área acocodrilada”, según personal de supervisión de obra.

Meses atrás el gobierno municipal presumió la remodelación total de la carretera Ceremonial, aunque la Junta Local sólo cumplirá de manera parcial, ya que los prestadores del servicio de transporte han sido informados de tal decisión.

Entre San Pedro, quinta, cuarta, tercera, segunda y primera secciones, la carretera tiene el tono gris-terroso de costumbre, lo mismo que los parajes de Tlaltenango Arriba y Tlaltenango Abajo, hasta la nueva glorieta municipal.

Particulares, proveedores, transportistas y vehículos de servicio público deben circular sobre zona irregular, a reserva de sortear a estos últimos, quienes causan caos al cargar pasaje sin orillarse en cualquier tramo de los poblados.