8M: La revolución ha comenzado

Por: Michelle Gaytán

Fotografía: Aleyda Calderón / Antonio Estrada

** Al iniciar la marcha los familiares de las víctimas rogaron de rodillas, al señor gobernador Alfredo del Mazo, que les permitiera el paso hacia el centro para llegar a Palacio de Gobierno.

**Las mujeres policías, en el fondo buscan justicia y ser parte del cambio, a ellas les toca enfrentar los casos de mujeres en las peores circunstancias, ellas también viven el abuso y ambiente de desigualdad en su propio trabajo y ambiente familiar, no pueden permitir que las usen como carne de cañón en los movimientos de mujeres.

Toluca, México. En pocos años pasamos de celebrar el día de la mujer, a las marchas y huelgas mundiales, hasta los acontecimientos más recientes:  La revolución feminista. Mientras algunos se previenen para estas fechas con rosas y post con corazones y frases como: “gracias a las mujeres en mi vida, soy el hombre que soy” o “valoremos a nuestras hermosas mujeres”, otras se enlistan para una guerra.

Como cada año y en cada manifestación feminista, acudí a realizar la cobertura en Toluca, mi ciudad. Me gusta cómo han evolucionado estas movilizaciones, cada vez están mejor organizadas, la participación de las mujeres ha aumentado, y sus propuestas artísticas son más nutridas e interesantes, verdaderas propuestas estéticas invadiendo la ciudad; aunque también he observado que se organizan en grupos diferentes, cada organización responde a un sistema de ideologías que acompaña cada movimiento, mientras unas permiten la inclusión de hombres, otras tienen una postura más fuerte volviéndolas completamente separatistas, es decir, no se permite a ningún hombre en ningún momento; dentro de los grupos separatistas hay quienes se organizan con acciones totalmente pacíficas, como fueron las rodadas feministas  y el tianguis de la mercadita feminista del Estado de México; y otras quienes dentro de sus movilizaciones mantienen cierta tolerancia a intervenciones en la ciudad,  dentro de las separatistas hay un grupo mucho más radical, que normalmente se dedican a intervenir directamente símbolos del Estado.

Con orgullo hago mención que fui convocada por grupos feministas como medio libre e independiente para cubrir sus acciones, muchas de las acciones separatistas son juzgadas desde el amarillismo del que quiere vender, y no desde la parte humana, no es ningún secreto que la criminalización a un movimiento atiende a una estrategia y consientes del poder de los medios de comunicación masiva, se desconfía y se marca una línea en donde la confianza lo es todo. Agradezco mucho la confianza y correspondo el sentimiento. Las comunicadoras debemos entendernos dentro de la causa, abrazarla y mostrarla desde la mirada de todas. El único material que debe salir de estas manifestaciones es el humanismo que está detrás de los rostros de estas mujeres, y no los “destrozos y actos de vandalismo”, no quisiera abundar mucho en ello, porque fueron las mismas compañeras de medios quienes me protegieron y varias veces me sacaron de situaciones que pusieron en peligro mí persona, más de una vez, además que admiro el trabajo y pasión de cada una de ellas. Y sabemos que muchas veces detrás de ellas hay una línea editorial que busca el sensacionalismo.

Como casi siempre yo iba sola, pero una vez ahí nos sabemos respaldadas unas con otras, nos cuidamos como si fuéramos de una misma manada, estamos juntas, somos la voz conjunta, la nuestra;  porque todas hemos padecido alguna desigualdad o violencia por culpa de la cultura machista, pero también por todas esas mujeres que ya no tienen voz porque alguien se las arrebato, mujeres que son golpeadas como práctica normal de una relación de pareja, el silencio de todas es la voz colectiva, encapuchadas, porque una somos todas y porque corremos peligro, nos protegemos, no tenemos miedo de dar la cara,  no nos avergüenza lo que estamos haciendo, al contrario, sabemos perfectamente que estamos en guerra, sabemos perfectamente que no habrá respuesta de ninguna de las instituciones y que mientras los expedientes se hacen añejos en las oficinas, que ya se encuentran trabajando a marchas forzadas, más y más culpables siguen libres y sin nadie que los busque. Sabemos que la respuesta será cada vez más hostil, estamos conscientes del peligro y disgusto que implica dejarnos pasar, sabemos que ni el presidente municipal Juan Rodolfo, que por cierto ya no cuenta con el voto de la mujer en su reelección, ni el señor gobernador Alfredo del Mazo, quieren, ni tienen ganas de escuchar a nadie, nos queda muy claro.

Antes de iniciar la marcha ya estaba preparándose la policía, mal entrenada, incapaz de controlarse, gritos y mentadas por todos lados, pesados y torpes en sus formaciones, débiles, y con evidente incapacidad para atender este tipo de situaciones. Una policía que desde la cabeza hasta los pies está decidida a impedir el paso.

Al iniciar la marcha los familiares de las víctimas rogaron de rodillas, al señor gobernador Alfredo del Mazo, que les permitiera el paso hacia el centro para llegar a Palacio de Gobierno, pero detrás de esos escudos borrosos no había respuesta alguna. Unas cuantas mujeres, comenzaron a pedir el paso por la fuerza, por supuesto fue un lapso muy corto ya que la policía de inmediato respondió con gas lacrimógeno. Debido a que en la manifestación se encontraban niñas, mujeres adultas, muchas jóvenes y mujeres embarazadas, se optó por cambiar de ruta, avanzando por otras calles en sentido contrario. Más adelante, al llegar a la preparatoria 1: Adolfo López Mateos – por cierto su cabeza también fue intervenida en las primeras horas de la mañana del 8M-, de la UAEMEX, mujeres de los contingentes universitarios declararon los casos de acoso y abuso por profesores que hasta la fecha siguen dando clases en las preparatorias y facultades de la UAEMEX, mientras otras colocaban en las paredes los nombres de los abusadores; representando la voz de todas las que permanecemos en silencio, que se diga fuerte y claro, y si es necesario escríbanlo, para que no se les olvide, y que lo recuerden  bien: no quitaremos el dedo del renglón sobre ningún caso expuesto.

Mientras tanto nos encontramos con otra barricada de seguridad municipal, dejándonos claro que el gobernador no quiere que se le moleste en su casa, – y yo que pensaba que era Rosa su postura hacia la mujer-… Y como está en Toluca, le toca al presidente municipal Juan Rodolfo poner a sus elementos, que tan generoso y consciente de la desigualdad laboral entre hombres y mujeres, convocó años antes a mujeres a cumplir la cuota de género en la fuerza de seguridad municipal- ahora sabemos para que le sirve tanta policía-.  Las mujeres los enfrentaron mostrándoles carteles y tomándose fotos con lonas exigiendo justicia para sus amigas, más adelante algunas participantes intervinieron dos patrullas de la policía como acto de protesta ante las agresiones recibidas anteriormente. Otro acto simbólico: la policía como poder de estado, utilizado para oprimir, no para brindar seguridad, es destruida. Acto de rebeldía y señal de una lucha declarada. Un grupo de policías hombres y mujeres, denotando su incapacidad para escuchar las ordenes de sus superiores, corrieron entre gritos, insultos y jaloneos directo hacia las manifestantes, esto hizo que todo el contingente de mujeres se detuviera una cuadra adelante; mientras los policías se insultaban entre sí porque nadie escuchaba a nadie, las mujeres se detuvieron para asegurarse que todas, incluyéndome, estábamos ahí.

Al llegar al centro de la ciudad acabaron con otro símbolo importante, mujeres educadas bajo un yugo religioso, ideológico y cultural del cual se declaran libres, en lo que fue una escena verdaderamente surrealista: los rezos de feligreses aludiendo a mujeres divinas y  sagradas como el soundtrack de fondo, ante el escenario caótico de mujeres declarándose libres: de la moral e ideología que le impide disfrutar plenamente de su cuerpo, de su mente y de su derecho a ser libre. Rompiendo el silencio ante los muchos casos de pedofilia en la iglesia católica, y las muchas violaciones a mujeres. Mientras escuchaba “Ave maría purísima” y otros rezos en latín, una ola de mujeres cantando, pintando, bailando, riendo, gritando, aplaudiendo, y destruyendo un poder ideológico y cultural, todo encajaba perfectamente, escuchaba “Ruega por nosotros los pecadores” mientras mujeres encapuchadas pasaban junto a mí para pintar en las escaleras: pedófilos, violadores, “Dios te salve María”, mientras otras denunciaban casos de abusos sexuales  a niños y niñas silenciados, “bendita tú entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre Jesús”, mientras la marea verde les vomitaba en la cara y en todas las paredes de la  iglesia: ¡Aborto legal!. La iglesia como poder, conformador de ideología y cultura patriarcal, también estaba cayendo.

Después de quemar un muñeco con la cara de Félix Salgado Macedonio, avanzamos hacia Palacio de Gobierno, al encontrarse con la acostumbrada barricada de policías, las mujeres comenzaron las acciones artísticas, el colectivo de las Brujas interpretó algunas canciones de lucha, como voz conjunta, un llamado a todas las mujeres de México y a todas las del mundo en una sola canción. Después pasamos de nuevo los testimonios de las mujeres que buscan justicia para sus hijas, para ese punto las cosas ya estaban bastante hostiles entre ambos grupos, en todo momento los policías lanzaban comentarios sexistas y en sus rostros se no se veía más que burlas.  Policías, en su mayoría hombres, burlándose y gritando comentarios misóginos y sexistas. Mirando a las manifestantes con la cara burlona, con los ojos encima, como si tuvieran ganas de atacar como fieras y disfrutarlo. Y efectivamente las mujeres respondieron con coraje, mientras las brujas cantaban “sin miedo”, un tema que se ha vuelto parte del movimiento nacional de feministas en México, otras eliminaron las barricadas y comenzaron a exigir que quitaran a las mujeres policías.

En cuestión de minutos se rompió la paz, la indignación y falta de comprensión de la lucha causo furia en las asistentes, lo que ocasionó que comenzarán los ataques directos. Las mujeres policías eras zarandeadas y expuestas a lo peor, sus compañeros desde arriba se burlaban y hacían comentarios como: “dan ganas de matarlas”. Las mujeres policías se enfrentaron a mujeres. Aunque sabemos desde el corazón, que nos enfrentaron a las malas, cuando ambas estamos en la misma lucha. Las mujeres policías, en el fondo buscan justicia y ser parte del cambio, a ellas les toca enfrentar los casos de mujeres en las peores circunstancias, ellas también viven el abuso y ambiente de desigualdad en su propio trabajo y ambiente familiar, no pueden permitir que las usen como carne de cañón en los movimientos de mujeres. Sé que desean estar del lado correcto de la historia, lo sé porque lo vi en sus ojos, porque mientras sus compañeros me disparaban entre sonrisas y miradas de satisfacción bombas lacrimógenas y humo de extintor, yo permanecía de pie, conteniendo el llanto de rabia, observándolas directamente a los ojos, mirando como ellas también derramaban lágrimas de impotencia, por las que ya no están, por mí, por ellas mismas, por todas nosotras.

Así, llenas de rabia, sin respuesta, ni comunicación de ningún tipo, decepcionadas hasta de las mujeres de la policía, decidimos acuerpar un rato más a las mujeres de los grupos separatistas más radicales. Mientras las mujeres de los colectivos radicales quemaban las puertas de la cámara de diputados e intervenían los alrededores, otras contaban sus casos de violaciones, hasta el momento ignorados por los miembros de la cámara.

Así fue como terminó la marcha por el día internacional de la mujer, en un día, las feministas acabaron con símbolos importantísimos, dejando clara la postura, no vamos a permitir que nos usen como carne de cañón enfrentándonos entre mujeres, ya nos quitaron hasta el miedo, y no daremos ni un paso atrás, un violador no será gobernador, y que cada día habremos más mujeres organizadas, hemos sido muy malas hasta ahora pero siempre podremos ser peores. El valiente dura hasta que el cobarde quiere, las mujeres del mundo demostraron que no son tan frágiles como se les piensa, que ya no vamos a mantenernos quietas y en silencio, y que, si nos declaran la guerra al matarnos, estaremos listas para la revolución.