Reactivación económica post COVID-19 debe ir a la par de una perspectiva sostenible

  • Los planes gubernamentales de recuperación financiera deberán priorizar a los ciudadanos, su salud y bienestar, así como el medio ambiente y el clima.

Toluca, Méx. – 11 de julio de 2020. El principal reto post COVID-19 en México y el mundo será el crecimiento económico, que deberá ser sustentable y sostenible, afirmó el director de Protección al Ambiente de la Universidad Autónoma del Estado de México, Raúl Vera Noguez.

Al dictar la conferencia virtual “Medio ambiente ante COVID-19″, el universitario expuso que los planes gubernamentales de recuperación financiera deberán priorizar a los ciudadanos, su salud y bienestar, así como el medio ambiente y el clima.

Expresó que hay un riesgo ambiental en reactivar la economía con un trabajo intenso de la industria, lo cual provocaría un repunte de emisiones CO2, que son altamente contaminantes.

En ese sentido, indicó que es momento de plantear que la reactivación económica vaya a la par de una perspectiva sostenible, adaptable y amigable con el ambiente, buscando generar menos carbón, entrar en economías circulares y entender la biodiversidad como una nueva realidad; de lo contrario, la humanidad seguirá siendo vulnerable y presa de cualquier contingencia ambiental.

“Un plan dirigido al crecimiento a cualquier precio beneficiará principalmente a las industrias contaminantes y habrá un repunte de las emisiones CO2, como ha ocurrido en el pasado, y no podemos repetir los mismos errores”.

Raúl Vera Noguez aseveró que los problemas de salud humana no pueden verse de manera aislada y sí como una consecuencia de cómo se encuentra el planeta en materia ambiental. “Nos preocupamos por nuestra salud, pero también es importante la animal y ambiental”.

En el marco de esta conferencia, la responsable del Departamento de Ahorro de Agua y Energía de la UAEM, Ericka Marisol Juárez Pérez, emitió recomendaciones ambientales que pueden hacerse desde casa, con la finalidad de reducir la contaminación y cuidar los recursos naturales.

La experta refirió que durante el confinamiento sanitario por la COVID-19 aumentó el consumo de agua y energía hasta 40 por ciento, debido al aislamiento social y el llamado al continuo lavado de manos.

En ese sentido, sugirió detectar posibles fugas de agua potable y repararlas, así como hacer la limpieza y desinfección de tinacos y cisternas; apartar agua de la regadera para reusar en áreas verdes o sanitarios; así como revisar instalaciones eléctricas, desconectar los aparatos cuando no se utilicen, aprovechar iluminación ambiental, así como sustituir los focos incandescentes por focos ahorradores o led.