¡Tal como ayer, hoy!: amar es liberar

SILENCIOS ESTEREOFÓNICOS

Félix Morriña

Gorbachov: ¡La muerte libera, huele amor puro!

Sobrado tiempo para pertenecer en el espacio sideral de una entidad que no está persistente en la memoria del otro, ¡por más que desee!, es total y absoluto maduro momento del sentido de ser y estar, porque en ello nos la jugamos el resto de nuestra existencia. En la creencia de tener a alguien a lado, siempre será para usarse y ser útil, utilizado, incluso menguado, cual sacrificio prehispánico para el mundo occidental-oriental, porque Consumatum Est en sistema.

Amor: ¡me toca enterrarte en vida!

Nadie está “alado”, persistente Ícarus, más del tiempo signado por capricho, sentido de propiedad, dominio económico, pero nunca espiritual, ¡casos sobran! Muertes se cuentan por día en amor. El tiempo corre para los desposeídos. Un niño dedica a su abuela canción infante en el último domingo de agosto, compuesta por ilustrados poperos tercer mundistas del sistema light social, para aminorar sentimientos encontrados en el Día del Adulto Mayor.

Libera amor, aunque parezca abandono, porque ¡tal como ayer, hoy!, porque amar es liberar, como el jugador extremo izquierdo que manda centro con derecha en derecho de libertad creativa, y logra, el testimonio de su palabra escrita en acción de romperedes. Libera con instinto de supervivencia. Llega a la meta “Starman-Sebastián”, aunque el precio eleve el costo social de la muerte, como Gorbachov lo hizo sin saberlo, a ciencia cierta, con la Perestroika.

¿Fobia de vivir, en falso vivir?: “¡Me siento vivo!”

Joven “Bastian”, gracias por darme cita en el viñedo familiar sin intenciones de saber de “Un yo, sin ti, sin yo” que somos. Gracias por dejar que la aurora boreal alcance con su amoroso encanto al ser, para cantarte lo que usted signe seguir en vida inmediata, sin pretensión mayor que dar fe de lo acontecido en la entrepierna de la humanidad.

Cósmico momento de labios abiertos superiores, como inferiores que hablan de amar, dando fe de mi hambre de violento amor en crisis. Llevo el sensual manto del asta bandera a las últimas consecuencias para honrarle: “Transformaremos mundos/ Inventaremos mares que cruzar/ Si nos perdemos, nada pasará/ Ahora lo entiendo: amar es liberar./ Eres sangre tibia, y yo/ Me siento vivo, ¡uoh-uoh-uoh-uoh!…/ Transformaremos mundos/ Inventaremos mares que cruzar/ Si nos perdemos, nada pasará/ Ahora lo entiendo: amar es liberar…”.

Permiso infante de Marina Nacional:

“Bastian Bach”, retumba tu nombre desde el volcán Xinantécatl, Nevado de Toluca. Deber suyo es dar continuidad de esta histérica historia, porque tu padre padrino te nombra con eco desde los hechos: Deux ex Machina.

¡Y!, ¿yo?… “¡Me siento vivooooooooo!” ¡uoh-uoh-uoh-uoh!

Tu #ServibaryAmigo #DandyperoPunk #ElCinicoMayor Félix Morriña te recuerda: ¡nos buscamos, nos vemos, nos escuchamos, nos entendemos!