Estructuras del coronavirus. No se contagien, ni del miedo, ni de la enfermedad

Estructuras

Por Adriana Rivera

**El principal problema del coronavirus no se ubica en la enfermedad como tal, sino en las consecuencias que genera.

La amenaza del coronavirus no ha sido tomada en serio por los mexicanos, debido a que en la mayoría de las personas, todavía flota la imagen de aquella contingencia, cuando la influenza H1N1 y que al a postre, se reveló como un padecimiento poco infeccioso y hubo versiones que manejaron que se trataba de un suceso orquestado como lo hemos leído en novelas o lo hemos visto en películas.

Además, también sucede un fenómeno nefasto dentro del proceso comunicativo de un evento de interés mundial: la sobreinformación. Es nefasto porque cuando un suceso sufre el proceso de la sobreinformación, produce un efecto contrario en la opinión pública. Hoy en día, la mayor parte de la ciudadanía sabe sólo lo básico sobre la epidemia. La autoridad mexicana se ha limitado a informar que las condiciones para evitar el contagio son similares a la influenza y también han señalado que México, los estados, las ciudades están preparadas para atender un contagio masivo. Lo que no se ha informado con oportunidad es que no hay un medicamento efectivo. Lo que se sabe es que están en proceso de desarrollo medicinas y vacunas. Entonces, por lógica se entiende que cualquier persona que está enferma o se contagia del coronavirus, únicamente recibe tratamiento para aminorar los síntomas y no para destruir al virus que lo produce. Por eso se está muriendo tanta gente que se contagia, que curiosamente se trata de personas mayores de edad o aquellas que, por otro padecimiento, tienen las defensas bajas y al tratarse de una infección viral de vías espiratorias, los primeros que sufren el padecimiento son los pulmones. Posteriormente, dependiendo del estado físico de la persona que se ha contagiado, puede ser que desarrolle otros padecimientos que varían entre individuos.

La Organización Mundial de la Salud ha aparecido casi a diario para actualizar informaciones acerca del padecimiento y lo seguirá haciendo hasta que se halle un control.

El principal problema del coronavirus no se ubica en la enfermedad como tal, sino en las consecuencias que genera. Económicamente, en términos de la macroeconomía, está generando la caída de los mercados internacionales, por el miedo a que se paralice el comercio, la actividad de compra y venta desde los ciudadanos y hasta entre los países, por el contagio masivo. 

Ya se avizora una nueva crisis global provocada por este miedo de los inversionistas y en México, el efecto generalizado es la caída del peso mexicano, que ha tocado niveles cercanos a los 22 pesos y también la compra y venta de petróleo.

Al inicio de esta contingencia internacional, lo esperado por los ciudadanos informados y por las estructuras gubernamentales mundiales, es que un medicamento efectivo esté listo o sea desarrollado a la brevedad y también que no se deba a intereses obscuros o teorías de complot internacionales, como flotan en la mente de muchos analistas y epidemiólogos. Que no se trate de una enfermedad creada en laboratorio y diseminada, como es la sospecha, con algún obscuro fin. Las teorías y las hipótesis relacionadas con esta idea, circulan por miles, pero la más extendida apuntaría a que se trata de un evento dirigido a golpear a la poderosa economía china. 

En cualquier asunto como este, hay que hacerse siempre las preguntas obvias, ¿a quién le beneficia que la economía china sufra un bajón? ¿A quién le beneficia que la economía mundial sufra recesión? ¿A quién le beneficia que haya una pandemia de una enfermedad nueva?

Por el momento, ya hay confirmados casos en México y en el Estado de México. El más grave se ubica en Huixquilucan, porque se trata de un individuo mayor de 70 años, que es el grupo poblacional que tiene una tasa elevada de mortalidad por coronavirus. Los días pasan y pronto veremos la dirección que toma la pandemia y esperamos su pronto desenlace, para que no haya afectaciones a al economía mexicana, que padece una debilidad fuerte, desde hace casi dos años.

Pregunta estructural

Se consumó el paro del 09 de marzo y también el Día Internacional de la Mujer, este 08 de marzo ¿Qué lecciones nos deja? ¿Reaccionarán las estructuras gubernamentales para que todas las consignas, los casos, las marchas, las protestas, impacten positivamente a las leyes, el estilo de vida, la forma en que se conducen las sociedades contemporáneas? Recibo comentarios e.adriana37@yahoo.com